Het
Desde tiempos ancestrales ha habido una batalla entre la luz
y la oscuridad, Anton pertenece a los guardianes encargados de defender la luz,
un equipo encargado de mantener a raya a las fuerzas de la oscuridad, que van
desde brujas hasta vampiros. Es similar a las franquicias de Inframundo y Blade, pero toma lugar en Moscú, y la dirección de Timur
Bekmambetov logra darle una estética diferente a estas, y es visualmente sorprendente,
Bekmambetov logra con un presupuesto restringido una de las películas más estilizadas
al momento de su estreno, y permanece visualmente impactante, aunque el tiempo
no ha sido muy bueno con ella.
La trama se siente fraccionada, en especial en los primeros
dos actos, esto debido principalmente a que se pretendía que fuera una serie de
televisión, por lo que tiene unos elementos que son introducidos, pero que
nunca son desarrollados. Por su parte, el tercer acto es genial, y el clímax es
bastante bueno. Guardianes de la Noche
es en esencia un relato de perdón y redención, la eterna lucha del bien contra
el mal, pero con un twist, ya que ni
los buenos son completamente buenos, ni los malos son del todo malos.
Pero es un su atmósfera donde la película en realidad
brilla, la paleta de colores es oscura todo el tiempo, pero no se siente
privada de color, la oscuridad brilla de cierta manera, y los colores son
vibrantes, la mayor parte del tiempo es de noche y la luz se ve pálida, las
sombras se alargan, de tal forma que el espectador nunca sabe que habrá oculto
en la oscuridad de la fría noche de Moscú. La dirección de arte es excéntrica y
escalofriante, algo así como un Tim Burton más oscuro y retorcido. Tiene su
propia ficción, su propia mitología, y opera bajo sus propias reglas, aunque a
veces no tiene mucho sentido, pero es bueno ver a una película que se desvíe de
los convencionalismos.
Por su parte, la película si tiene una buena dosis de sustos
y suspenso, en especial en la toma inicial y en una escena donde Anton confronta
a una pareja de unos seres tipo vampiros que pueden desaparecer. También es
bastante sangrienta, la gente sangra por cualquier motivo y en exceso, pero
nunca a los niveles de una franquicia tipo Saw.
Y el final es satisfactorio, logra cerrar la trama sin en realidad concluirla,
y hay un discurso en sus últimos minutos que es muy bueno y va a resonar con
algunos de ustedes.
El elenco, compuesto por actores rusos es sólido, y muchos
de ellos han dado el salto a Hollywood, como Konstantin Khabenski, quien interpreta
a Anton y que ha aparecido en películas como Inglorious Basterds de Tarantino. Sus actuaciones son atinadas,
pero en una película de excesos como esta, uno que otro sobreactúan.
En conclusión, Guardianes
de la Noche es una muy buena película, ideal para la época. Es atmosférica,
y a momentos escalofriantes, y aunque a ratos se sienta fraccionada, cuenta una
buena historia, muy básica, pero tiene suficiente estilo y rarezas para compensar
sus deficiencias. Y si quieren salirse de la básica rutina de películas de
Halloween, esta es una excelente opción, y es por eso que es la recomendación de
este fin de semana.
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