jueves, 4 de junio de 2015

LITTLE BOY -RESEÑA-




Antes que cualquier otra cosa quiero dejar algo muy en claro, sólo porque una película te haya hecho llorar no la vuelve una buena película, el producir lágrimas no es tan difícil, el producir un verdadero sentimiento de tristeza en alguien, emociones genuinas, esa es la parte complicada. Bueno, una vez establecido lo anterior, comencemos.

Little Boy narra la historia de un pequeño en el pueblo ficticio de O´Hare en los Estados Unidos en plena Segund Guerra Mundial, O’Hare es el típico pueble del sur de Estados Unidos, “Como en las postales” nos advierte el narrador, parece estar en un perpetuo atardecer, da al mar y un faro de luz se divisa a la distancia. Pepper es un niño muy pequeño para su edad por lo que los demás niños lo molestan, su único amigo como nos explica, es su padre, hacen todo juntos, Pepper imagina sus juegos como grandes hazañas de las que se ven en las películas, es fan de unos cómics y películas que involucran a un mago llamado Ben Eagle, una especie de mezcla del Llanero Solitario con el Avispón Verde, su hermano mayor se la pasa ejercitándose para alistarse en el ejército e ir a matar unos cuantos Japs (como los personajes se referirán a los japoneses por el resto de la película). La trama realmente inicia cuando London (el hermano mayor de Pepper) es clasificado 4F, por lo cual no puede ir a la guerra, yendo su papá en su lugar.

Pepper está desconsolado, hasta que un día va a un programa en vivo de Ben Eagle quien lo invita a ser parte de uno de sus trucos donde tiene que mover una botella sólo deseándolo, al ver que esto funciona Pepper cree que en realidad si desea todo con su corazón y extiende sus manos hacia el objeto deseado lo obtendrá. Por supuesto, el tema principal de la película, dirigida por Alejandro Monteverde (Bella, 2006), es el de la fe. Al principio la película hace un buen trabajo ya que para que su padre vuelva, el Padre Oliver (Tom Wilkinson) le da una lista de buenas acciones para Pepper, si las hace, su padre volverá de la Guerra (si es la voluntad de Dios), uno de los puntos de la lista consiste en volverse amigo del Japonés del pueblo a quien todos odian, el Sr. Hashimoto. A Pepper no le agrada para nada la idea, pero lo hace, porque significa volver a ver a su padre. Aquí es donde la película se muestra más sólida y más disfrutable, Monteverde no fuerza el desarrollo de la amistad entre ambos, sino que le da el tiempo para que el lazo que se forma entre ambos se sienta natural y honesto, lo cual es bueno porque su relación es prácticamente el corazón de la película.

La introducción de Hashimoto también ayuda a mantener un poco equilibrada la balanza, ya que nos muestra (aunque a cuentagotas) el lado del “enemigo” en la Guerra, y también ayuda a mantener el tema de la fe equilibrado, ya que Hashimoto no comparte las creencias del padre Oliver, cree en la fe en uno mismo y ve el peligro que puede haber en darle a alguien falsas esperanzas. También, el tono al inicio de la película es agradable ya que recuerda a películas como Big Fish de Tim Burton donde lo fantástico convive con lo real. Sin embargo, la película pierde abismalmente su rumbo al final del segundo acto y sobretodo en su conclusión, ya que Monteverde y compañía toman una serie de decisiones extrañas que rompen con el tono de la película, en especial el incidente de la montaña, el cual pudo ser explotado de formas más interesantes. Voy a elaborar sobre mis problemas con el segundo acto, ya que la película paree haber establecido un tono fijo y luego lo cambia, abre demasiadas narrativas las cuales no todas son concluidas de manera satisfactoria ni aportan nada a la trama ni a los personajes, (el personaje de Kevin James puede ser cortado en su totalidad y la trama no lo resentiría).

También las actuaciones son impares, Tom Wilkinson hace un buen trabajo como el Padre Oliver, mientras que Cary-Hiroyuki Tagawa hace un buen trabajo como el Sr. Hashimoto. Por su parte, el debutante Jakob Salvati hace un buen trabajo como el titular Little Boy, aunque en algunos momentos su actuación es débil y poco sincera. Sin embargo, es David Henrie como London Busbee quien hace un trabajo deplorable como el hermano de Pepper, solo tiene una expresión facial, se siente acartonado y no demuestra mucho rango, además arruina (con ayuda de una mala elección de la utilería, digo, no soy ningún experto en armas, pero estoy bastante seguro que ese tipo de escopetas no existían en aquella época) una escena crucial que debería generar tensión, pero no lo logra. Emily Watson, por su parte, hace un trabajo sólido como la mamá de los Busbee, pero su papel tristemente se ve reducido a llorar en un rincón, mientras la música dramática toca en el fondo.

La edición también deja mucho que desear ya que las transiciones de una escena a otra en muchos casos no tienen sentido, generando un poco de confusión, personajes saltan de un lugar a otro o de situaciones prácticamente similares sin coherencia alguna. Por momentos pareciera que Monteverde y su editor tenían mucho material que no querían dejar fuera y lo metieron con calzador, a veces menos es más.

Little Boy es una película que padece de personalidad múltiple, por momentos se siente como dos películas completamente diferentes. Por extraño que parezca, Monteverde y compañía no logran unir de manera satisfactoria la historia de Pepper con el Sr. Hashimoto, con la historia de Pepper deseando que su padre regrese. Y rumbo al final hay una especie de revelación la cual de inicio es francamente ofensiva, no voy a revelar que es ya que es parte crucial del final, pero se tilda de positivo algo que fue evidentemente negativo, claro, después la película intenta retractarse, pero para ese instante ya me había perdido. Y en el último acto la película, cual película de Marvel, teme tener consecuencias verdaderas, lo cual le resta impacto a su desenlace y al mismo mensaje que pretende compartir. También hay muchas subtramas que llevan a ningún lado, y algunas que ni siquiera son exploradas, como el evidente alcoholismo del hermano de Pepper, o toda la trama que involucra al personaje de Kevin James, lo cual hace que la película pierda su enfoque y el ritmo decline.

Además la película se aprovecha demasiado del carisma de Pepper, hay escenas en las que la producción espera que se sostengan enteramente con el factor de que el niño es tierno, generalmente lo toman desde ángulos altos para que se vea más pequeño, lo cual se siente como un truco barato, como un atajo, en lugar de formar emociones verdaderas, es una lástima.

Hay escenas bien construidas, la dirección de Monteverde es sólida, las escenas de Ben Eagle están muy bien ejecutadas, tienen verdadero encanto, así como algunas de las que involucran a Hashimoto y Pepper, por lo que en realidad deseara que Monteverde no tuviera tanto que decir o que supiera como expresarlo, ejecutándolo de una manera efectiva, en el cine no siempre es necesario decir lo que tienes que decir.

En conclusión, aunque bien intencionada Litle Boy se mete el pie a sí misma a partir de su segundo acto, donde pierde el enfoque de lo que quiere decir y terminando con un mensaje francamente no tan bueno como la película pretende que es, con una revelación que en su momento es francamente ofensiva y un desenlace que toma el camino fácil. Sin embargo la dirección de Monteverde es suficientemente sólida, hay destellos de un director capaz y un buen contador de historias como para mantener la esperanza de que algún día no tome la ruta fácil y entregue una película de gran calidad, desafortunadamente, no es esta.

Título original: Little Boy.
Dirección: Alejandro Monteverde.
Guión: Alejandro Monteverde, Pepe Portillo.
Elenco: Emily Watson, Tom Wilkinson, Jakob Salvati, Cary-Hiroyuki Tagawa.
Año: 2015.



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