martes, 4 de noviembre de 2014

GOTHAM: THE SPIRIT OF THE GOAT -RESEÑA- (T.V.)





Gotham’s golden rule

A eso es a lo que me refería, The Spirit of the Goat representa un gran avance en la dirección correcta para el show que viene incrementando su calidad desde hace ya algunos episodios. En este, pudimos tener un vistazo (¡por fin!) al pasado del detective Harvey Bullock, cuando parece haber un imitador de un asesino vinculado con su pasado. Aquí nos pudimos enterar como Bullock no era muy diferente de Gordon cuando era joven, pudimos verlo como una persona, alguien que en algún momento de su vida le importó algo; y no simplemente como el compañero amargado y cínico de Gordon. Aunque me hubiera gustado conocer más de Bullock, es bueno que se le esté dando más desarrollo, y sin lugar a dudas veremos más sobre su pasado y su vida personal en futuros episodios.

El episodio se centró en los personajes más interesantes del programa: Gordon, Bullock y Cobblepot. Claro, también tuvimos un vistazo del joven Bruce Wayne y Alfred, quienes compartieron un buen diálogo (pobre Alfred), y hasta vimos el regreso de Selina Kyle (aunque fuere por tan sólo unos instantes).
Otro aspecto agradable del episodio fue que (de momento) parece ser que concluyó la sub trama de los problemas de confianza entre Gordon y Barbara, uno de los aspectos más aburridos del show, cuando Barbara decidió confiar a ciegas en Jim Gordon y quedarse a su lado.
Por su parte, la sub trama de Montoya por fin fue puesta a buen uso, cuando los miembros del MCU encontraron a un testigo del “asesinato” de Cobblepot y por fin poder sacar una orden de arresto en contra de Gordon.



El caso de la semana fue bastante interesante, y muy atmosférico, el episodio sacó lo mejor del ambiente gótico de la ciudad para generar momentos de verdadero suspenso. Desafortunadamente parece repetirse la tendencia del criminal con consciencia, no era su intención hacer el mal, sólo quería salvar a Gotham, los creadores del show y los guionistas deben de empezar a buscar nuevos motivos para sus criminales, la formula empieza a sentirse cansada, ya entendimos el mensaje, o al menos profundicen más en el tema. Es más, podría no haber “caso de la semana” y no habría problema, a veces sólo son distracciones para el desarrollo de los personajes. Aunque debo admitir que la revelación de quien en realidad era el autor intelectual de los crímenes me tomó por sorpresa, y fue un buen detalle que fuera Bullock y no Gordon quien resolviera el caso esta vez.

Pero lo mejor del episodio sin lugar a dudas fue el desenlace, mientras Gordon entró al departamento de policía, esposado, siendo escoltado por Montoya y su compañero, a punto de ser encerrado, sólo para ser interrumpidos por Cobblepot, en un movimiento que bien pudo haber sido reservado para el final de temporada, un paso en la dirección correcta.

*Fe de erratas: en la reseña del episodio pasado escribí que el “arma perfecta” de Fish Mooney había sido puesta en acción sobre Maroni, una disculpa, fue implementada sobre Falcone, y el error ya ha sido corregido.


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