¿Cómo empezar a describir una
película como The Grand Budapest? ¿Es
necesario hacerlo? ¿Cómo recomendar algo sin hacerlo? Las razones por las
cuales recomendar una película como ésta son muchísimas, sin embargo la razón
principal para verla es indescriptible, sólo puede ser entendida por quienes la
ven.
Habiendo dicho esto, voy a empezar
por la trama: Una joven visita el busto de un autor fallecido, lo que nos lleva
a un flashback del autor que a su vez
recuerda una vez cuando visitaba el hotel del título, quien platica con el
dueño de dicho establecimiento, quien a su vez recuerda cuando el trabajaba
ahí. ¿Confundidos? Descuiden, es más sencillo de lo que suena, una vez que nos
encontramos en un tiempo fijo, la trama sigue a Zero Mustafa, un inmigrante que
quiere trabajar en Grand Budapest, y
lo consigue bajo la tutela de M. Gustave.
El Sr. Gustave es un tipo
curioso, parece afeminado, habla con lenguaje sofisticado, pero se acuesta con
la mayoría de las clientes del hotel, de hecho, luego nos enteramos que él es
la razón por la cual muchas de ellas se hospedan ahí. Un día, una de estas
clientes muere, y nos enteramos que le hereda al Sr. Gustave, la pintura
conocida como Boy with Apple que es
exactamente como suena, un niño con una manzana. La familia de Madame D. (la
occisa) no está nada contenta con esa disposición y de ahí en adelante se
desarrollan una serie de eventos inesperados.
Wes Anderson (quien la dirigió y coescribió
el guión) tiene la habilidad de crear mundos fantásticos de lo ordinario (Moonrise Kingdom y The Life Aquatic with
Steve Zissou son buenos ejemplos de esto), mundos en los que inmediatamente
quisieras vivir, llenos de colores vibrantes y personajes interesantes, y
aunque el uso de miniaturas en ésta sea más evidente que lo normal, es
simplemente hermoso contemplar las imágenes en pantalla, todas las escenas
están planeadas, no hay algo presente en un cuadro que no haya sido planeado a
detalle, con tomas centradas y simétricas, llenas de profundidad, basta solo
ver la toma inicial del titular hotel.
La trama nunca ha sido lo
principal en una película de Wes Anderson, es más, la mayoría de sus películas
carecen de esta, y The Grand Budapest
no es la excepción, aunque si tiene más trama que la mayoría de sus películas,
pero esta es resuelta sin mucho alboroto y de forma simple. La película en
realidad se trata de sus personajes, y la relación entre Zero y Gustave, y las
conversaciones que sostienen, en uno de los mejores guiones de tiempos
recientes, no es pretencioso, pero está lleno de sabiduría, y el final es
simplemente magnífico, triste, nostálgico, pero lleno de corazón. La mayoría de
la película toma lugar en un universo alterno, en el periodo entre guerras, con
la Segunda Guerra Mundial en ciernes, muy al estilo de lo que hizo Chaplin con
el Gran dictador, de hecho, está muy
en la vibra de esas películas, y con esto me refiero a que es hilarante, los
chistes y el slapstick funcionan a la
perfección. Y es Ralph Fiennes (Voldemort en la saga de Harry Potter) como el concierge
M. Gustave quien se roba el show, Fiennes quien es conocido principalmente por
su trabajo en dramas aquí es simplemente hilarante, desde la comedia física
hasta su ritmo cómico, muy al estilo del anteriormente mencionado Chaplin y de
Peter Sellers (el inspector Clousseau en la Pantera
Rosa). De hecho toda la película es un recuerdo de una forma muy antigua de
hacer cine, de la cual, desafortunadamente, vemos menos cada día. También, Tony
Revolori hace un buen trabajo como Zero Mustafa, su presencia y compromiso hacen
buena compañía al personaje de Fiennes, y el resto del elenco es impresionante,
desde Saoirse Ronan como Agatha (el interés amoroso de Zero), hasta Willem
Dafoe, Tilda Swinton, Bill Murray, F. Murray Abraham, Adrien Brody, Edward Norton, y la lista
sigue y sigue, de hecho, el único problema que tengo con la película es que el
elenco es demasiado grande, y muchos de ellos solo aparecen segundos en
pantalla, algo más que un glorificado cameo.
Otro de mis aspectos favoritos de
la película es que está filmada en celuloide, aquí Anderson deja que las
imágenes cuenten la historia, no los personajes, usa diversos tipos de lentes,
y cambios de aspecto para ayudar a adentrarnos al universo de la película, y
estado de ánimo de los personajes, sin necesidad de palabras, hay mensajes que
sólo las imágenes pueden transmitir.
Pero, a pesar de todo eso, la
razón más fuerte para ver esta película, lo que la hace grandiosa no proviene
de ninguno de estos aspectos, sino de todos en conjunto, hay una idea que
permea cada cuadro de The Grand Budapest,
una idea que se repite en todas los trabajos de Wes Anderson, y sólo puede ser
entendida viéndola, es indescriptible, pues solo existe en sus imágenes. Una vez
que lo entiendes es difícil comunicarlo de forma escrita, o verbal, pues pierde
su impacto, es un mensaje a medias, ya que este yace en un aspecto metalingüístico,
presente en todos los trabajos de Anderson, pero aquí ejecutado de forma
excelente: “Mi mente racional me informa que esta película no funciona. Sin
embargo, escucho un susurro: Ya que hace tantas otras cosas, ¿también tiene que
funcionar? ¿No puede solo existir?” escribía Roger Ebert por allá del 2004 en
su crítica de The Life Aquatic with Steve
Zissou, también de Wes Anderson. Diez años después, Anderson se ha vuelto
un maestro en su estilo, es de los pocos directores cuyo trabajo puede ser distinguido
en cada cuadro, un verdadero auteur,
y este es uno de sus mejores trabajos. Y es por eso que es mi recomendación
para este fin de semana.
Dirección: Wes Anderson.
Guión: Wes Anderson, Hugo
Guinnss, inspirada en los trabajos de Stefan Zweig.
Elenco: Ralph Fiennes, Tony
Revolori, Saoirse Ronan, Jude Law, Edward Norton, Adrien Brody.
Título original: The Grand Budapest Hotel.
Título en México: El Gran Hotel
Budapest.
Año: 2014
La pueden encontrar en lugares como
MixUp, Blockbuster, y Clarovideo ppe.
Y como siempre, si les gusta lo
que leen, no olviden suscribirse y seguirme por Facebook, en el siguiente
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También hay un libro excelente de Matt Zoller Seitz, titulado: The Wes Anderson collection, obra que analiza todas las películas de Wes Anderson (hasta Moonrise Kingdom, pues The Grand Budapest Hotel todavía no salía), a lo largo de una serie de entrevistas, ampliamente recomendable, y es el perfecto regalo navideño para ése cinéfilo de la familia:
que cosas y yo que cuando la vi en la cartelera me dio mucha flojera se me hizo muy aburrida
ResponderEliminarLa película pareciera no llamar la tención de hecho no nos dice nada el título, pero una vez que estas frente a ella, la disfrutas de principio a fin!!
ResponderEliminarMuy buena crítica mis que comparto!!
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