sábado, 15 de noviembre de 2014

TIEM-POST-MODERNOS RECOMIENDA: THE GRAND BUDAPEST HOTEL


 

¿Cómo empezar a describir una película como The Grand Budapest? ¿Es necesario hacerlo? ¿Cómo recomendar algo sin hacerlo? Las razones por las cuales recomendar una película como ésta son muchísimas, sin embargo la razón principal para verla es indescriptible, sólo puede ser entendida por quienes la ven.

Habiendo dicho esto, voy a empezar por la trama: Una joven visita el busto de un autor fallecido, lo que nos lleva a un flashback del autor que a su vez recuerda una vez cuando visitaba el hotel del título, quien platica con el dueño de dicho establecimiento, quien a su vez recuerda cuando el trabajaba ahí. ¿Confundidos? Descuiden, es más sencillo de lo que suena, una vez que nos encontramos en un tiempo fijo, la trama sigue a Zero Mustafa, un inmigrante que quiere trabajar en Grand Budapest, y lo consigue bajo la tutela de M. Gustave.
El Sr. Gustave es un tipo curioso, parece afeminado, habla con lenguaje sofisticado, pero se acuesta con la mayoría de las clientes del hotel, de hecho, luego nos enteramos que él es la razón por la cual muchas de ellas se hospedan ahí. Un día, una de estas clientes muere, y nos enteramos que le hereda al Sr. Gustave, la pintura conocida como Boy with Apple que es exactamente como suena, un niño con una manzana. La familia de Madame D. (la occisa) no está nada contenta con esa disposición y de ahí en adelante se desarrollan una serie de eventos inesperados.



Wes Anderson (quien la dirigió y coescribió el guión) tiene la habilidad de crear mundos fantásticos de lo ordinario (Moonrise Kingdom y The Life Aquatic with Steve Zissou son buenos ejemplos de esto), mundos en los que inmediatamente quisieras vivir, llenos de colores vibrantes y personajes interesantes, y aunque el uso de miniaturas en ésta sea más evidente que lo normal, es simplemente hermoso contemplar las imágenes en pantalla, todas las escenas están planeadas, no hay algo presente en un cuadro que no haya sido planeado a detalle, con tomas centradas y simétricas, llenas de profundidad, basta solo ver la toma inicial del titular hotel.

La trama nunca ha sido lo principal en una película de Wes Anderson, es más, la mayoría de sus películas carecen de esta, y The Grand Budapest no es la excepción, aunque si tiene más trama que la mayoría de sus películas, pero esta es resuelta sin mucho alboroto y de forma simple. La película en realidad se trata de sus personajes, y la relación entre Zero y Gustave, y las conversaciones que sostienen, en uno de los mejores guiones de tiempos recientes, no es pretencioso, pero está lleno de sabiduría, y el final es simplemente magnífico, triste, nostálgico, pero lleno de corazón. La mayoría de la película toma lugar en un universo alterno, en el periodo entre guerras, con la Segunda Guerra Mundial en ciernes, muy al estilo de lo que hizo Chaplin con el Gran dictador, de hecho, está muy en la vibra de esas películas, y con esto me refiero a que es hilarante, los chistes y el slapstick funcionan a la perfección. Y es Ralph Fiennes (Voldemort en la saga de Harry Potter) como el concierge M. Gustave quien se roba el show, Fiennes quien es conocido principalmente por su trabajo en dramas aquí es simplemente hilarante, desde la comedia física hasta su ritmo cómico, muy al estilo del anteriormente mencionado Chaplin y de Peter Sellers (el inspector Clousseau en la Pantera Rosa). De hecho toda la película es un recuerdo de una forma muy antigua de hacer cine, de la cual, desafortunadamente, vemos menos cada día. También, Tony Revolori hace un buen trabajo como Zero Mustafa, su presencia y compromiso hacen buena compañía al personaje de Fiennes, y el resto del elenco es impresionante, desde Saoirse Ronan como Agatha (el interés amoroso de Zero), hasta Willem Dafoe, Tilda Swinton, Bill Murray, F. Murray Abraham, Adrien Brody, Edward Norton, y la lista sigue y sigue, de hecho, el único problema que tengo con la película es que el elenco es demasiado grande, y muchos de ellos solo aparecen segundos en pantalla, algo más que un glorificado cameo.

Otro de mis aspectos favoritos de la película es que está filmada en celuloide, aquí Anderson deja que las imágenes cuenten la historia, no los personajes, usa diversos tipos de lentes, y cambios de aspecto para ayudar a adentrarnos al universo de la película, y estado de ánimo de los personajes, sin necesidad de palabras, hay mensajes que sólo las imágenes pueden transmitir.



Pero, a pesar de todo eso, la razón más fuerte para ver esta película, lo que la hace grandiosa no proviene de ninguno de estos aspectos, sino de todos en conjunto, hay una idea que permea cada cuadro de The Grand Budapest, una idea que se repite en todas los trabajos de Wes Anderson, y sólo puede ser entendida viéndola, es indescriptible, pues solo existe en sus imágenes. Una vez que lo entiendes es difícil comunicarlo de forma escrita, o verbal, pues pierde su impacto, es un mensaje a medias, ya que este yace en un aspecto metalingüístico, presente en todos los trabajos de Anderson, pero aquí ejecutado de forma excelente: “Mi mente racional me informa que esta película no funciona. Sin embargo, escucho un susurro: Ya que hace tantas otras cosas, ¿también tiene que funcionar? ¿No puede solo existir?” escribía Roger Ebert por allá del 2004 en su crítica de The Life Aquatic with Steve Zissou, también de Wes Anderson. Diez años después, Anderson se ha vuelto un maestro en su estilo, es de los pocos directores cuyo trabajo puede ser distinguido en cada cuadro, un verdadero auteur, y este es uno de sus mejores trabajos. Y es por eso que es mi recomendación para este fin de semana.



Dirección: Wes Anderson.
Guión: Wes Anderson, Hugo Guinnss, inspirada en los trabajos de Stefan Zweig.
Elenco: Ralph Fiennes, Tony Revolori, Saoirse Ronan, Jude Law, Edward Norton, Adrien Brody.
Título original: The Grand Budapest Hotel.
Título en México: El Gran Hotel Budapest.
Año: 2014
La pueden encontrar en lugares como MixUp, Blockbuster, y Clarovideo ppe.

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También hay un libro excelente de Matt Zoller Seitz, titulado: The Wes Anderson collection, obra que analiza todas las películas de Wes Anderson (hasta Moonrise Kingdom, pues The Grand Budapest Hotel todavía no salía), a lo largo de una serie de entrevistas, ampliamente recomendable, y es el perfecto regalo navideño para ése cinéfilo de la familia:



3 comentarios:

  1. que cosas y yo que cuando la vi en la cartelera me dio mucha flojera se me hizo muy aburrida

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  2. La película pareciera no llamar la tención de hecho no nos dice nada el título, pero una vez que estas frente a ella, la disfrutas de principio a fin!!

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