Not so long ago, in
the mysterious land of Toronto Canada…
“We are Sex Bob-Omb!”
irrumpe Kim Pine detrás de su batería haciendo un conteo con sus baquetas, la banda
empieza a tocar, Scott se retuerce en el bajo, Stephen grita enérgicamente por
el micrófono, mientras lanza salvajes guitarrazos por los aires; la cámara, a
la altura de la cintura, ligeramente se aleja, por lo que parece ser un cuarto
sin fin, hasta llegar a un sofá en el otro extremo, donde dos personas observan.
Estos son los créditos iniciales de Scott
Pilgrim vs The World y preparan al espectador para lo que va a
experimentar.
La película es la adaptación del conjunto de novelas
gráficas de Bryan Lee O’Malley. Dirigida por el increíblemente talentoso Edgar
Wright, sigue las travesías de Scott Pilgrim, un joven canadiense de 22 años,
toca el bajo en una banda, y acaba de conocer a la chica de sus sueños (literalmente),
la misteriosa Ramona Flowers. La trama es simple, Scott debe luchar por ganarse
el corazón de Ramona, pero hay un ligero problema, para salir con ella debe
vencer a sus siete exnovios malvados (¿exes?). Pero eso no es todo, G man, un productor de música indie está haciendo una batalla de las
bandas y quien gane obtiene un contrato con él para producir música, así es que
su banda ve la oportunidad de volverse famosos por fin.
La película es fantástica, visualmente impresionante e
hilarante como pocas, Edgar Wright hace lo que Robert Rodriguez hizo con Sin City (salvo el blanco y negro),
traslada literalmente el cómic a la pantalla, cuando golpean alguien salen
signos de POW!, THUD!, BOOM!, es increíblemente visual (se nota que pasó mucho
tiempo en postproducción), en parte manga, en parte cómic, y videojuego, es
increíblemente imaginativa, y la única forma en la que la obra de O’Malley
pudiera haber sido transportada a la pantalla grande.
También es una de las películas más graciosas que he visto,
tanto el diálogo como la comedia física, todo funciona, Michael Cera es
perfecto como Scott, y Mary Elizabeth Winstead es a la vez fría y cálida como
Ramona, pero es Kieran Culkin quien produce más risas como Wallace Wells, el roomie gay de Scott. Y el resto del joven
cast también es atinado, en especial Alison Pill como la sarcástica Kim Pine,
Chris Evans como Lucas Lee; y Brie Larson es brillante como la ex novia de
Scott, Envy Adams, seductora y malvada. Y muchos otros más, Jason Scwartzman,
Brandon Routh, Mark Webber, Anna Kendrik, y la lista continua. Como dato
curioso, todo el cast está compuesto por jóvenes, no hay un solo adulto en la
película.
La música, es excepcional, en especial las canciones de la
banda ficticia Sex Bob-Omb, la banda de Scott y sus amigos. Estas canciones fueron
compuestas por nadie otro más que Beck, por lo que decir que son buenas es
quedarse corto, a parte son interpretadas por el elenco, esto ayuda a que la
banda se sienta genuina. Es la atención a detalles como estos que ayudan a que
Scott Pilgrim cobre vibrante vida, pocas veces verán algo igual.
Pero, a pesar de la trama, no crean que es una comedia
romántica, está plagada de acción, cada batalla con los exes es visual y
estéticamente diferente, impecablemente coreografiadas y elegantemente editadas,
la transición entre cortes es fluida, rápida y coherente.
El único “pero” que le puedo poner a la película es que la
segunda mitad no es tan ajustada como la primera, esto debido principalmente a
que se toma la tarea titánica de adaptar los seis tomos de la saga de Scott Pilgrim en dos horas, por lo que
algunos detalles se pierden, pero no impide para nada el disfrute de la
película, hubiera estado genial que fueran dos películas de dos horas, pero
conseguir el dinero para una segunda parte hubiera estado bastante difícil, en
especial por lo mal que le fue un taquilla en Estados Unidos, y probablemente
nos hubiéramos quedado con el relato incompleto.
Y puede que algunas personas tengan problemas con el tono de
la película, ya que es esencialmente una caricatura, no es realista, no
pretende ser realista, alguien puede ser lanzado por los aires, estrellarse en
un castillo y caer al suelo sin romperse un solo hueso, pero funciona porque
ése es el tono del material fuente, y es el tono de la película, ayuda a que se
sienta original, fresca, puede alienar a algunos espectadores, pero de verdad,
denle una chance y encontraran una gran historia con mucho corazón, original y
única.
Edgar Wright corrió muchos riesgos artísticos al hacer una
película como esta, y ha valido la pena, no sólo ha creado una gran película,
una de las pocas que pueden llamarse únicas, un clásico de culto. Y es por eso
que es mi recomendación para este fin de semana.
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