¿Yo? ¡Yo! Yo he tenido
tantos nombres, nombres viejos que sólo pueden pronunciar el viento y los
árboles. Yo soy el monte, y el bosque y la tierra. Soy… soy un fauno.
La película de Guillermo del Toro narra la historia de
Ofelia, una niña en la España de la guerra civil que es llevada al campo por su
madre embarazada para vivir con el Capitán Vidal, uno de los líderes del movimiento
Franquista. Ofelia es un personaje
encantador, tiene un apetito voraz por los libros de fantasía, es curiosa, inocente
y valiente; y sobretodo tiene una gran imaginación, cuando conoce a un insecto
en el camino a su nuevo hogar, lo confunde con un hada.
El mundo creado por Del Toro en el Laberinto del Fauno es
una de sus más grandes creaciones, es a la vez oscuro y fantástico,
atemorizante y mágico, es una constante yuxtaposición de polos opuestos: la
magia de los mundos de fantasía con la dura realidad del mundo de la guerra, faunos
y hadas en un extremo, monstruos y capitanes en el otro. Del Toro une estos
mundos de manera poética y estética de tal forma que tiene sentido que
compartan un mismo universo, y como nosotros percibimos este mundo a través de
los ojos de Ofelia, es imposible saber que está sucediendo en realidad y que
está sucediendo en su mente ¿A caso Ofelia ha creado este mundo para escapar la
triste realidad que vive? ¿o acaso es en realidad la princesa de un reino subterráneo?,
al final de la película la audiencia no sabe en realidad y lo mejor de la
película es que no importa.
La trama es elegante y sencilla, en el terreno de la casa
del Capitán hay un viejo laberinto, Ofelia se ve atraída hacia sus entrañas y
descubre que es la morada de un Fauno, quien le dice que ella es en realidad
una princesa de un reino subterráneo, y que su padre la ha estado buscando,
pero para probar que no se ha corrompido por el mundo de los hombres debe pasar
tres pruebas. También hay una subtrama que involucra a Mercedes (una de las
criadas), y a los rebeldes refugiados en las montañas.
Ahora bien, el fauno es una de las mejores creaciones de
Guillermo Del Toro, es alto, lleno de musgo y raíces, un ser tan viejo como la
tierra misma, todo su cuerpo parece ser parte de una montaña o de un árbol, dos
cuernos, grandes, robustos y torcidos sobresalen de su cabeza, sus ojos pálidos
como la luna esconden un destello oculto. Su voz es grave y de cierto modo
escalofriante, sabia y vieja; camina con dificultad y al hacerlo cruje como un
árbol al viento. Felicitaciones a Doug Jones quien está detrás de todo el maquillaje
y dota de vida al fauno, se conduce de manera digna y solemne, y de vez en
cuando rompe su postura por medio de movimientos involuntarios y temblores,
dándole un aspecto inquietante al fauno, sus intenciones no son claras, no
parece de confianza; es una espléndida actuación física por parte del Sr.
Jones, quien también da vida a otra de las más sensacionales creaciones de Del
Toro: El hombre pálido. El hombre pálido es parte de una de las pruebas de
Ofelia, y forma parte de una de las mejores escenas de una película que de por
sí cuenta con varias escenas memorables. El hombre pálido es un monstruo
antropomórfico de tez blanca (de ahí el nombre), de su cuerpo cuelgan largas
capas de pellejo, como si un hombre gordo hubiera perdido todo su peso de un
día para otro. Pero su mejor atributo sin lugar a dudas son sus ojos, ubicados
no en su cráneo, sino en las palmas de sus manos, es fantástico.
Uno de los puntos fuertes de esta película es, sin lugar a
dudas su dirección de arte, Del Toro es conocido por los vibrantes mundos que
crea y aquí se luce. Tomen por ejemplo la oficina del Capitán Vidal, un hombre
obsesionado con el tiempo, por lo que Del Toro llena su oficina con engranes
gigantes en la parte de atrás perfectamente centrados, para reforzar ésta
noción. Y el laberinto, por supuesto, que desemboca en una escalera que
desciende en espiral y culmina en un claro, en sus interiores yace una piedra
en pie, ligeramente tocada por la luz de la luna, impregnado con las imágenes del
fauno, Ofelia y su hermano neonato, al pie de esta piedra yace una especie de
laberinto dibujado, lleno de agua, es aquí donde vive el fauno.
También vale la pena mencionar lo hermosa que es la película
en sí, las tomas están increíblemente texturizadas, todas y cada una de ellas, ya
sea a plena luz del día en el bosque, o bajo la lluvia en el lodo, cada toma es
estéticamente diferente y ayuda a llenar de vida al mundo que Del Toro ha
creado, de repente las imágenes proyectadas en pantalla se vuelven palpables,
llenas de vida, generando una atmósfera perfecta. Del Toro suele tomar inspiración
de trabajos de autores como Lovecraft, pero esta película es cien porciento Del
Toro, su mano es visible en cada toma, en cada cuadro, desde los sets, hasta
las connotaciones sexuales que sutilmente introduce en todas sus películas,
aquí evidente en el diseño de la entrada del árbol donde habita el sapo; y sus
espeluznantes, pero fascinantes monstruos y criaturas: las hadas con orejas
puntiagudas y dientes afilados se ven más atemorizantes que amigables, el fauno
no parece ser del todo bueno, el sapo, el hombre pálido, en fin, esta película
define y mejora su estilo.
Pero, por más hermoso que sea este mundo hay atrocidades que
ocurren en él, casi todas por cuenta del Capitán Vidal (un brillante Sergi
López), un típico soldado macho y machista, lo único que le importa es
preservar la vida de su hijo que está por nacer, es un hombre entrenado para
seguir órdenes sin chistar y que espera lo mismo de todos los demás, un hombre
obsesionado con el tiempo y con capturar y liquidar a los rebeldes que se
ocultan en el monte; su rostro, lleno de ira, su peinado y uniforme, impecables;
guarda un reloj de bolsillo, dorado y roto, el cual cuida y atesora. El resto
del elenco es también sobresaliente, como Maribel Verdú en el papel de
Mercedes, interpretando a una de las criadas de la casa, quien tiene mucho
afecto por Ofelia y trabaja en secreto para los rebeldes; también Alex Ángulo
es brillante como el doctor quien es el protagonista de una de las escenas más
tristes del filme. Pero sobretodo Ivana Baquero quien es a la vez tierna e
inocente, valiente y decidida como Ofelia en el papel protagónico.
También, la película la experimentamos a través de los ojos
de Ofelia, no sabemos que es verdad y que es producto de su imaginación, puede
que haya imaginado todo, en su intento por escapar los horrores de la guerra (como
una escena del final parece indicar), o también puede ser que el director nos
quiere decir que sólo los niños pueden ver el mundo mágico, porque sólo ellos
son inocentes, los hombres grandes han sido corrompidos por el mundo, aquellos
hombres que sólo hacen lo que se les ordena, hombres sólo siguiendo órdenes,
aunque terminen acabando con las vidas de los inocentes, hombres en fin, incapaces
de apreciar la magia que se esconde en el mundo. Cualquiera que sea la interpretación
que le dé el espectador, la verdad es que no importa, lo que importa es la
experiencia de pasar alrededor de dos horas en este mundo fantástico, violento,
oscuro, pero mágico a fin de cuentas. Una película fantástica y el mayor logro
(a la fecha) de un director sobresaliente, es por eso que es mi recomendación de
la semana.
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