Un grupo de amigos disfuncionales son dueños de un bar
llamado Paddy’s Pub donde idean absurdos planes o buscan la manera de
arruinarse mutuamente, esta es la estructura principal de la mayoría de los
episodios de It’s Always Sunny in
Philadelphia, uno de los programas más irreverentes, graciosos de la
actualidad. La pandilla está integrada por Mac (Rob McElhenny, creador del show),
Charly Kelly (Charlie Day), Dennis (Glenn Howerton), Sweet Dee (Kaitlin Olson)
y Frank (Danny Devito). Uno de los fuertes de la serie es que no tiene un arco
narrativo a lo largo de sus temporadas (con excepción de la temporada 6), no
hay ninguna “Penny” que perseguir como en "The Big Bang Theory", ninguna madre
que descubrir como en “How I met your mother”, es liberador no tener a los
personajes encasillados en tramas que pueden volverse cansadas, o ver a los
escritores batallar en extender tramas resueltas para que no se sientan
privadas de sentido. La pandilla en un
episodio puede estar formando una banda, en el siguiente un programa de radio y
en otro ir a Jersey Shore, o formar un equipo de lucha libre en honor a las
tropas norteamericanas.
Otro punto fuerte de la serie es que hay pocas barreras que
no pueda cruzar y temas que no quiera tocar, es una comedia decididamente
oscura, cruda y vulgar, pero esto la vuelve refrescante comparada con el resto
de sitcoms tradicionales, ya que se siente auténtica: los sets son sucios, los
personajes iletrados, racistas e ignorantes, no hay laughtrack para asegurarse que las risas sean honestas. Estos son
uno de los mejores atributos que tiene Sunny
que muchas otras sitcoms carecen, y
es que en la mayoría de las sitcoms
tradicionales los personajes principales son cultos y centrados, es el resto
del mundo el que es ignorante y defectuoso, por lo que los chistes provienen de
los comentarios “astutos” hechos por los personajes principales sobre algún
comentario que un personaje menos inteligente haya hecho. Aquí no, el elenco
principal es el que es ignorante y racista, son personajes disfuncionales, egoístas
al extremo de volverse casi sociópatas (pero nunca al extremo de perder la
empatía con la audiencia), atorados en los ochenta que no se dan cuenta que sus
mejores días ya han pasado. Y es debido a esta nostalgia inherente de la serie
que el tono es bastante diferente que las demás, los personajes siguen
utilizando V/H/S, mezclas de cassettes, entre muchos otros instrumentos
ochenteros, que hacen que el show se sienta vivo, no como un producto más, sino
como parte de un mundo único, orgánico. Esto también se debe a que los actores
principales han estado involucrados en casi todos los aspectos del show: desde
la dirección, el guión, la música, vaya hasta la creación del mismo.
Ahora bien, no todos los capítulos son buenos, hay temporadas
irregulares (en especial la cuarta temporada) y algunos de los temas más
oscuros pueden resultar demasiado para algunos, y la fórmula puede llegarse a
sentir algo cansada. Sin embargo, las tres primeras temporadas son de las más
graciosas de la televisión, y después de las un tanto irregulares cuarta y
quinta (a pesar de ser las menos consistentes del show, cuentan con episodios
icónicos como The Nightman Cometh,
que fue tan exitoso que se convirtió en un musical en la vida real), de la
sexta en adelante parecen haber retomado el rumbo.
Lo personajes secundarios también son memorables, tales como
Rickety Criket, el sacerdote caído en desgracia, Ben el soldado, Artemis y la
legendaria Mesera, entre muchos otros más ayudan a distinguir a esta serie de
las demás sitcoms tradicionales.
Y ¿que hay de Danny Devito como Frank Reynolds?, para un
hombre de su edad es un rol arriesgado de tomar y Danny Devito no sólo lo
agarra con ambas manos sino que lo abraza y se revuelca en él, es simplemente
sensacional y es el proveedor de muchas
de las carcajadas del show. Pero tampoco hay que olvidarnos del resto del
elenco, todos cumplen con su rol a la perfección: Mac, el karateka frustrado, Dennis
el egocentrista que se tiene en tan alta estima que se autodenominó “dios
dorado”; su hermana Sweet Dee, quien es
uno de los miembros más centrados de la pandilla y por lo mismo víctima de
constantes burlas del resto; y por último, el analfabeta Charly Kelly (brillantemente
interpretado por Charlie Day), muchos de los mejores episodios explotan el
hecho de que no sabe escribir, o su profunda ignorancia sobre temas cotidianos
(¿Spa-ghetti?).
En fin, hay muchas razones por la cual amar a un show como éste,
desde su mood de autenticidad, el
hecho de que es políticamente incorrecto, la innegable química entre sus protagonistas
y los incontables momentos memorables (¡Green
man!). Estos personajes son sumamente egoístas, pero al final del día, no
importa cuán destructivos sean, o cuantas veces intenten arruinarse mutuamente,
son lo único que tienen, una gran familia
disfuncional y es uno de los más grandes logros del show hacer sentir al
espectador como parte de ella. Es por eso que It’s Always Sunny in Philadelphia es una de las mejores sitcoms de tiempos recientes, y es por
eso que es mi recomendación para este fin de semana.
Episodios destacados: Sweet
Dee’s dating a retarded person, The Nightman Cometh, The gang goes to the
Jersey Shore, Bums: making a mess all over the city, y A Very Sunny Christmas Special.
No hay comentarios:
Publicar un comentario