La película inicia con una espectacular toma ininterrumpida en un desfile de día de muertos en el zócalo capitalino, la cámara sigue a un hombre y una mujer vestidos folclóricamente mientras recorren el desfile, luego nos es revelado que este individuo es el agente 007, y la cámara lo sigue por las calles, hacia un elevador, de ahí al segundo piso, y a través de un balcón hasta revelar el objetivo del súper espía . Esta es quizá una de mis favoritas secuencias iniciales de cualquier película de James Bond, la forma en la que está delicadamente construida, la fluidez del movimiento de cámara, y la cantidad de extras en escenas demuestra un gran nivel de maestría.
Después de esta espectacular secuencia inicial inicia propiamente la trama donde James Bond recibe un mensaje póstumo de M el cual lo lleva por todo el mundo, descubriendo una organización de villanos secreta (algo así como una ONU malvada) y un personaje directamente conectado con su pasado. Mientras que el MI 6 parece estar al borde de la extinción, cuando un programa de vigilancia increíblemente avanzado amenaza con volver obsoleto al espionaje realizado por personas.
Las aventuras de James Bond siempre han seguido la misma fórmula (salvo algunas honrosas excepciones), Bond es regañado por M por algo que ha hecho, se le informa sobre su siguiente misión, visita a Q para que le de sus gadgets, y viaja alrededor del mundo para detener a un súpervillano. Afortunadamente las películas de Daniel Craig como Bond siempre han sabido variar la fórmula, Casino Royale prácticamente vuelve a iniciar a la mitad del segundo acto, y Skyfall tiene su desenlace en el Reino Unido.
Aquí es donde SPECTRE es más divisiva, ya que sigue la fórmula pre establecida de Bond, pero juega con ella en múltiples ocasiones, juega con la idea del carro lleno de gadgets ex machina, pero funcionan de manera inesperada, tiene el súpervillano y un matón a lá Oddjob, tiene a Bond en la cumbre de un monte nevado, pero no hay persecución en esquís. La película dirigida por Sam Mendes parece querer llevar de regreso al estilo clásico, especialmente de la época de Sean Connery, pero trata de no llevarla a los ridículos excesos de la era de Roger Moore, y contar una historia moderna con temas actuales, pero que se sienta chapada a la antigua. Cómo es de observarse la película intenta hacer muchas cosas, en un acto de equilibrio muy difícil que no logra del todo.
Esta es la película más larga de Bond y se nota, hay espectaculares escenas de acción, pero momentos sumamente bobos, en especial cerca del desenlace de la trama. SPECTRE cuenta con algunas de mis tomas favoritas de cualquier película de Bond, como una que involucra a Monica Bellucci que juega con la composición de la toma y el enfoque, así como la introducción de Overhauser, el villano principal interpretado por Christoph Waltz, un diálogo entre Bond y el antiguo enemigo conocido como Mr. White, y la pelea entre Hinx y Bond en un tren es muy emocionante.
Lo desafortunado, es que a pesar de todas estas grandes escenas, el desenlace de la trama es anti climático por decir lo menos, hay personajes que toman decisiones que van completamente en contra de sus personalidades, en aras de futuras secuelas, así como la duración, la cual es algo excesiva, no tengo nada en contra de películas largas, mientras no se sientan largas, sin embargo SPECTRE se siente más larga de lo que debería.
En fin, la última aventura de Bond es muy buena durante mucho tiempo, con una trama importante y actual, y algunas de las mejores escenas de la franquicia, sin embargo, debido a todo lo que intenta que hacer y un desenlace desafortunado no logra mantener su ritmo ni cumplir con las expectativas que genera al inicio. SPECTRE no es una película mala de Bond, lo desafortunado es pudo haber sido de las mejores.
Título original: SPECTRE.
Director: Sam Mendes.
Guión: John Logan, Neal Purvis, Robert Wade, y Jez Butterworth,
Elenco: Daniel Craig, Christoph Waltz, Léa Seydoux.
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