domingo, 4 de marzo de 2018

ESTILO COMO SUSTANCIA: PUNTO DE VISTA: CASO 1: BABY DRIVER



Es común escuchar frases cuando describen a algunas películas como películas con estilo, pero sin sustancia, y si ustedes son como yo cada vez es más frustrante escuchar esa trillada frase, pues en el cine, como cualquier forma de arte, el estilo es sustancia. Es por eso que este análisis, que forma parte de un indeterminado (al menos por el momento) número de estudios de películas con los cuales pretendo demostrar como precisamente el estilo sí es sustancia, en el arte la forma es fondo, y para tales efectos no hay mejor forma de iniciar con Baby Driver, la más reciente película del director británico Edgar Wright.

Pero antes de iniciar con el análisis de la película en sí, me gustaría ilustrar brevemente como en el arte, el estilo es sustancia. Por ejemplo, imagínense que Van Gogh y Picasso tienen que hacer una pintura sobre un florero, aunque el objeto es el mismo, el resultado sería completamente distinto, en este caso no importa el objeto de la pintura, es decir lo que es (un florero), sino como es de lo que es: los colores, la pigmentación, los trazos, la técnica, la estructura, y todos los elementos que componen una pintura. Sin embargo, actualmente parecemos juzgar a las películas exclusivamente sobre su trama (lo que es), y no sobre el arte que compone a esa película (como es de lo que es): los movimientos de cámara, la composición de las tomas, el bloqueo de la escena, la elección de lentes, el uso del color, la edición, etc. Creo que esto se debe en gran medida a las películas que consumimos, las cuales en su mayoría son películas comerciales, que finalmente son más producto que arte, pero sobretodo creo que la culpa principal la tienen los críticos y comentaristas de cine, quienes con una mayor frecuencia discuten una película exclusivamente en términos de su trama, dejando fuera el resto de atributos que conforman a una película. Sin embargo, creo que es vital, como alguien que en realidad disfruta mucho del cine, defender o al menos ilustrar estos atributos que conforman una gran película y que distinguen al cine del resto de formas de arte, es decir, el uso de técnicas cinemáticas para contar una historia.


Como mencionaba al inicio, el primer caso de estudio en este grupo de análisis es la película de Edgar Wright, Baby Driver,  el enfoque de este análisis será primordialmente sobre el punto de vista de la película. Por lo general toda película tiene un punto de vista por medio del cual nosotros percibimos el mundo de la historia que está siendo contada, si una película no tiene un punto de vista bien definido, lo más probable es que la narrativa de la misma sea tonalmente inconsistente. Baby Driver es uno de los mejores ejemplos para hacer esto, pues rara vez rompe su punto de vista (es decir, en muy pocas ocasiones percibimos el mundo por medio de una persona diferente al protagonista), y el punto de vista afecta directamente el estilo, y por ende el fondo de la película.

La película del director de la fenomenal Trilogía Cornetto, trata sobre Baby (Ansel Elgort) un joven chofer de fuga que necesita escuchar música todo el tiempo para "ahogar" el constante zumbido que tiene en sus oídos, derivado de un accidente vehicular que sufrió en la infancia. 


En Baby Driver percibimos el mundo a través de los ojos, y mucho más importante, por medio de los oídos de Baby. Mientras no hay imágenes en pantalla lo primero que percibimos es un ligero zumbido, desde ese momento la película nos adentra al punto de vista de Baby, como no hay música aún, escuchamos lo que él escucha, un molesto zumbido. Luego Baby pone en su iPod Bellbottoms de The Jon Spencer Blues Explosion. Mientras la canción suena en sus audífonos vemos el resto de acompañantes en el subaru rojo que maneja Baby, en pocos instantes se vuelve evidente que el propósito de estas personas es robar el banco que está enfrente de ellos. Mientras el robo sucede, nosotros nos quedamos con Baby en el auto, aunque en teoría sería más emocionante ver el robo, el punto de vista de la película está enfocado en Baby, por lo que tiene sentido que nos quedemos con él. Esta secuencia pone en evidencia el punto de vista de la película y nos adentra al mundo de Baby, en el cual, toda acción está sincronizada con la música, para él, la vida no tiene sentido sin música y no puede funcionar sin escuchar constantemente canciones, esto significa no que el mundo en el que vive Baby es así, sino que es así como él lo percibe, es por ello que toda la música es no diegética, esto es, que ésta proviene dentro del mundo de la película, en este caso, el iPod de Baby. Sin embargo, una vez que la trama de la película avanza, parece indicarnos que Baby no escucha música únicamente para "ahogar" el constante zumbido en sus oídos, sino que también la usa para escapar de las actividades criminales de las cuales forma parte. 


Hay múltiples ejemplos de esto a lo largo de la película, pero de momento nos vamos a enfocar en dos de los principales: La secuencia inicial y el segundo robo. En la secuencia inicial, una vez que los acompañantes de Baby inician el robo, la cámara se queda con Baby, y aunque dentro del banco parecen estar ocurriendo sucesos cada vez más violentos Baby está cantando y moviéndose al ritmo de la canción que está escuchando, ignorando los acontecimientos del banco, hasta que un ruido más fuerte, la sirena de una patrulla, llama su atención hacia el banco, aquí el mundo real rompe la ilusión de Baby. 


Esto es aún más evidente en el segundo robo, al igual, una vez que el hecho criminal inicia, Baby físicamente se aparta de la violencia, y la cámara se queda con él, vemos únicamente lo que Baby ve y escuchamos únicamente lo que él oye, y al igual que en la secuencia inicial, Baby tararea la canción mientras se aparta de la violencia, tratando de ignorar la golpiza que le están poniendo al guardia de seguridad.


Esto se une directamente con el tema principal de la película, y con el carácter de Baby, quien por lo general es un chico bueno, cuida de su tutor, y se dedica al crimen no por que quiera, sino porque está obligado a hacerlo, sin embargo, la película implica como Baby, aunque no se identifique con el resto de sus compañeros delincuentes, es también, en cierta medida, responsable de esos crímenes.

Hay dos eventos importantes que afectan drásticamente el mundo de Baby, el primero de ellos es cuando conoce a Debora (Lily James), la inclusión de Debora y la posibilidad de encontrar el amor, abren en su mundo la posibilidad de dejar la vida de crimen que lleva. 


El otro acontecimiento que afecta el mundo de Baby es la inclusión de Bats (un fenomenal Jamie Foxx), a Bats no le agrada Baby, no confía en él, es el completo opuesto de Baby, sabe que es un criminal y lo disfruta. La creciente violencia de los actos de Bats ponen en evidencia la verdadera naturaleza del mundo en el que se desenvuelve Baby, llevando a nuestro protagonista al punto en donde ya no se puede esconder de sus actividades criminales ni de la violencia que esto implica, y lo obliga a confrontarlo directamente.


Esta evolución del personaje de Baby es el punto medular de la película, al inicio de esta Baby tiene una actitud casi infantil al crimen, parece no tener agencia alguna sobre su vida, lo llaman y él va, es así de simple. Sin embargo, cuando conoce a Debora, su deseo de salir del mundo del crimen se vuelve más evidente y empieza a tomar decisiones por su cuenta, abandona su actitud condescendiente hacia el resto del mundo y toma agencia sobre su vida, pasando de ser "un bebé" a un hombre que decide sobre su vida y que finalmente acepta las consecuencias de sus actos, al final Baby termina en prisión asumiendo finalmente la responsabilidad de su complicidad, y saliendo limpio de nuevo, listo para tener la vida que quiere vivir junto con Debora. Esta evolución también la vemos reflejada en el vestuario de Baby, donde su camisa blanca inicial, pasa a ser gris, a casi negra, y al final, una vez que acepta las consecuencias de sus actos y va a prisión, su vestuario es blanco de nuevo.


La música, al informar gran parte del punto de vista de Baby también está meticulosamente seleccionada, y cada canción afecta la escena en la que suena. Por ejemplo, cuando Baby, está a punto de huir con Debora, pero se ve obligado a ir con el resto de la banda a una compra de armas escuchamos Nowhere to Run de Martha Reeves and the Vandellas, adentrándonos en el estado mental de Baby. También tenemos la increíble escena cuando Baby va a recoger a Debora a la cafetería para huir, pero ella ya ha sido encontrada por Buddy (Jon Hamm), aquí escuchamos Never Never Gonna Give Ya Up de Barry White, la cual captura los sentimientos tanto de Buddy como de Baby, Buddy no va a dejar que la muerte de su esposa Darling (Eiza González) salga impune, y Baby quien no abandonará nunca a Debora.


Lo que hace especial a Baby Driver no es su trama, sino su estilo, hay docenas de películas con tramas similares, sin embargo ninguna tiene el mismo estilo, y éste no es una elección al azar, es una elección deliberada que informa el punto de vista de su protagonista y finalmente la esencia de su carácter, y como éste evoluciona a lo largo de la película (al final, Baby ya no necesita escuchar música para funcionar). Es por eso que estas elecciones de "estilo", son en realidad elecciones de fondo, sin ellas, la película no tendría sentido, no tendría sustancia y es por ello que ese es el aspecto más importante de la película.

Finalmente, en este análisis también quería reconocer el trabajo de Edgar Wright, uno de los directores más talentosos trabajando actualmente, alguien que pone una minuciosa atención a cada detalle, y que sobretodo, nunca se olvida de entretener, y que si no hiciera puras películas de "género" hace mucho tiempo ya habría sido reconocido por las grandes ceremonias de premios, (esto parece empezar a cambiar pues Baby Driver le ha concedido a él y a su equipo múltiples premios y varias nominaciones a los premios de la Academia), y finalmente, alguien cuyas películas son de los mejores ejemplos en los cuales se demuestra como en el cine, la forma es fondo, el estilo es la sustancia.

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Título original: Baby Driver.
Dirección: Edgar Wright.
Guión: Edgar Wright.
Elenco: Ansel Elgort, Lily James, Jamie Foxx, Eiza González, Jon Hamm, Kevin Spacey.