Es de noche cerca de la frontera con México, un hombre duerme en el asiento trasero de una limosina, es despertado por un ruido metálico, en su estupor el hombre confronta a los cholos que pretendían robarle las llantas de su vehículo, uno de los cholos le dispara, pero el hombre sigue en pie...
Estos son los primeros minutos de Logan, la última película de Hugh Jackman como Wolverine, el personaje que lo hizo famoso hace ya casi 20 años. Logan es bastante diferente del resto de películas de superhéroes, el tono, cinematografía, dirección y música distan de cualquier producto hecho tanto por Marvel como por D.C., y su tercer acto tiene más en común con películas como Los Niños del Hombre y Temple de Acero, que con Doctor Strange y Suicide Squad.
Esta tercera entrega en la trilogía de películas individuales de Wolverine es dirigida por James Mangold, quien además de haber dirigido The Wolverine nos entregó 3:10 To Yuma uno de los mejores westerns de la década pasada. Al igual que esa película Logan también es un estudio de la moralidad de sus héroes, la historia de un hombre herido, tratando de olvidar sus glorias pasadas, y que se ve confrontado con la posibilidad de ser esa persona de nuevo. Logan (Hugh Jackman) está cansado, tiene los ojos rojos como si tuviera un cruda permanente, la vista le falla y renguea de una pierna. El Profesor X (Patrick Stewart) está perdiendo lentamente la cordura, víctima de una enfermedad mental sin nombre, que puede llegar a ser letal si no se atiende a tiempo, su voz es frágil, parece desvanecerse.
Al igual que sus personajes, el mundo en Logan está en decadencia, es el año 2029 y el panorama no es positivo, problemas de inmigración y odio racial permanecen presentes en el trasfondo de la película. Temas que hoy parecen ser sumamente importantes.
La trama es simple, Logan debe llevar a una niña misteriosa a la frontera con Canadá. Pero en realidad es más sobre el camino que el destino. Logan es propiamente un western, con un par de duelos a la antigua, una ambientación en paisajes áridos de Estados Unidos, una película de vaqueros dónde los bandoleros tienen brazos metálicos y los héroes garras de adamantium. La cinematografía de John Mathieson está plagada de tomas panorámicas del oeste, que no hacen más que reforzar este sentimiento.
Tanto Jackman como Stewart son excelentes en sus respectivos roles, este es un Wolverine que nunca habíamos visto, viejo, vulnerable, un hombre que ha perdido toda esperanza, un hombre listo para morir. Mientras que el Profesor X de Stewart no podría distar más de la figura estoica y símbolo de liderazgo de las entregas anteriores de la franquicia, es un hombre viejo, perdiendo su activo más valioso, lo que lleva a escenas emocionalmente poderosas. Si a esto le agregamos el Caliban de Stephen Merchant, así como el villano Pierce (Boyd Holbrook) un hombre que da la apariencia de ser elegante y educado, pero su forma de hablar y diente de oro demuestran lo contrario. Con estos actores ya tendríamos un elenco sumamente robusto, pero todavía falta hablar de Dafne Keen, quien interpreta a Laura/X-23, quien es sin dudas la revelación de la película, la mayor parte del tiempo no habla, por lo que su actuación proviene de su lenguaje corporal, es increíble lo que hace con un gesto, además tiene una cierta brutalidad, como la de un animal acorralado, es fenomenal.
Vale la pena mencionar, además que esta es la primer película de los X-Men en ser clasificación "C" (Deadpool en nuestro país fue B-15 el año pasado), pero esto está más que justificado, no sólo es catártico ver a Logan usar sus poderes sin las restricciones de la clasificación PG-13, sino que además le permite a su directo explorar temas más maduros sin las restricciones de una clasificación para adolescentes; no serviría de nada tratar de hacer un punto sobre la violencia, si esta no tuviera consecuencias tangibles.
A esto se añade que el ritmo de la película está muy bien planteado, no hay escenas de relleno, cada toma nos acerca más a los personajes o su mundo. Mangold favorece tanto las secuencias de acción como las de diálogo, o en aquellos momentos donde las palabras no bastan y deja que las imágenes platiquen la historia por sí mismas.
Logan es la prueba de que se pueden hacer películas de superhéroes para adultos, con un tono oscuro y ultra violentas, mientras no se pierda la esencia de los personajes y sea tonal y temáticamente consistente. Esta es una película especial, no había visto una película de superhéroes que trabaje en un género en específico y de una manera tan eficiente como esta desde The Dark Knight, tengo la corazonada de que en unos cuantos años recordaremos a esta no solo como una de las mejores películas de superhéroes, sino además como una gran película.
Título original: Logan.
Dirección: James Mangold.
Guión: Scott Frank, James Mangold, y Michael Green.
Elenco: Hugh Jackman, Patrick Stewart, Dafne Keen, Stephen Merchant, Boyd Holbrook.
Cinematografía: John Mathieson.
Edición: Michael McCusker, Dirk Westervelt.
Año: 2017.
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