Este fin de semana llega la adaptación del manga creado por Masamune Shirow, así como del anime dirigido por Mamoru Oshii. La trama sigue a la Mayor (Scarlett Johansson) una especie de super policía que se verá enfrentada con la tarea de capturar a un peligroso terrorista.
Dejando las controversias de white washing de lado, esta versión live action es dirigida por Rupert Sanders (Blanca Nieves y El Cazador) y sigue a grandes rasgos la trama principal del anime de 1995 con algunos elementos de The New Movie. Esa película de 1995 es un clásico del anime y de la Ciencia Ficción, cuyo impacto aún se puede apreciar hoy en día en la cultura popular, si no la han visto se las recomiendo ampliamente.
Los 15 minutos iniciales están muy bien logrados, abre con una secuencia arriesgada por su ritmo lento, y luego es seguida por una muy bien ejecutada secuencia de acción. Por desgracia el resto de la película no logra cumplir con la promesa de esas primeros minutos iniciales.
El mundo de esta versión de Ghost In The Shell tiene fuertes influencias de Blade Runner (cuya secuela pretende estrenarse a finales de este año), los rascacielos se levantan sobre las nubes, letreros color neón inundan el panorama, y cada edificio parece tener publicidad en tercera dimensión. Sanders logra capturar el estilo visual de la franquicia, los visuales son muy agradables a la vista y hay un par de secuencias destacadas, en especial aquella que involucra un hackeo que es tremendamente creativa. Sin embargo no logra capturar la esencia de lo que hizo tan especial al manga y al anime original, se enfoca en los aspectos erróneos de la trama, y no se mete de lleno a los temas más profundos, el diálogo pretende indagar sobre cuestiones de humanidad y moralidad, sin embargo es decepcionantemente superficial. Además parece haber sido censurada, el trailer original mostraba sangre en una secuencia de acción, así como el beso entre dos mujeres, ninguna de esas escenas lograron terminar en el corte final, lo que es una lástima pues impiden que se desarrollen por completo los temas principales. Esto también se ve reflejado en el estilo de dirección de Sanders quien la mayor parte del tiempo dirige con un tono sombrío y serio, pero no logra comprometerse por completo a este estilo para no alienar a las audiencias que buscan una película "palomera".
Las actuaciones son generalmente decentes, Scarlett Johansson hace un buen trabajo como la Mayor, sin embargo parece estar en piloto automático, Pilou Asbaek es competente como Batou y tiene buena química con Johansson, y el resto del elenco también cumple, pero a secas.
Como mencionaba al inicio, visualmente la película está bien ejecutada, hay escenas muy bien compuestas, y la cinematografía a cargo de Jess Hall es por lo general destacable, vale la pena verla en Imax para disfrutarla al máximo, y es de esos extraños casos donde vale la pena pagar el dinero extra por el 3D. Aunque hubiera preferido que se ahorraran algunos de los efectos visuales para apuntarle a una clasificación para adultos.
Finalmente y a pesar de tener aspectos destacables, no puedo evitar el sentimiento de decepción que me llegó al abandonar la sala, pues la premisa daba para mucho más que lo que entrega el resultado final, siendo el diálogo uno de los ofensores principales por lo superficial que es, sobretodo en estos tiempos donde hay tantas apuestas principalmente en t.v. (Westworld y Mr. Robot son los ejemplos que me vienen ahorita a la mente) que tratan sobre diversos de los mismos temas que Ghost In The Shell y de una manera mucho más efectiva.
Título Original: Ghost In The Shell.
Dirección: Rupert Sanders.
Guión: Jamie Moss y William Wheeler.
Elenco: Scarlett Johansson, Pilou Asbaek, Takeshi Kitano, Juliette Binoche, Chin Han.
Edición: Billy Rich, Neil Smith.
Cinematografía: Jess Hall.
Año: 2017.
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