sábado, 14 de febrero de 2015

TIEM-POST-MODERNOS RECOMIENDA: ETERNO RESPLANDOR DE UNA MENTE SIN RECUERDOS



Joel Barish (Jim Carrey) acaba de terminar con su novia, Clementine Kruczynski (Kate Winslet), pero como los recuerdos lo persiguen decide acudir a una clínica donde la van a borrar (literalmente) de su mente.  Revelar más de la trama sería injusto para aquellos que no han experimentado esta pequeña joya de película, sin duda una de las mejores de la década pasada.

La película se centra en Joel mientras sus recuerdos son borrados lentamente por los empleados de la clínica: Stan (Mark Ruffalo), Mary (Kirsten Dunst), y Patrick (Elijah Wood). Stan y Mary están en una especie de relación, no se toman su trabajo muy en serio, ellos sólo instalan la máquina, beben vino, se echan un porro, y cotorrean, mientras que su paciente está perdiendo sus recuerdos. También tenemos al Dr. Mierzwiak, el líder de la clínica, Mary encuentra la personalidad intelectual del Dr. Mierzwiak atractiva por lo que, para agradarle más, se esfuerza por sonar más inteligente, y constantemente le manda indirectas.

Joel estaba muy seguro que olvidar a Clementine sería la mejor forma de seguir su vida, pero cuando sus recuerdos empiezan a desaparecer, recuerda los buenos ratos que pasó con Clementine, y ya no quiere perderla.

De esta forma presenciamos la relación de ambos, sin orden cronológico, vemos como se conocieron, los momentos agradables, y los desagradables, somos testigos de la evolución de su relación hasta su inevitable conclusión. Clementine es un espíritu libre, se tiñe el pelo de distintos colores, es graciosa, y relajada, el opuesto de Joel, un hombre serio, reservado y culto. Tanto la actuación de Kate Winslet como la de Jim Carrey son sobresalientes, la química entre ambos es innegable.

Uno de los aspectos que diferencia a esta película de las muchas otras películas “románticas” es su trama con toques de ciencia ficción, no solo hace que se sienta fresca y diferente a las demás, sino que es un muy buen mecanismo para tocar las ideas que expone.
También, el hecho de que ambos protagonistas sean adultos sirve, ya que éstos no son dos adolescente en busca del amor, sino que son dos adultos en una relación “madura” por ponerlo de alguna manera, de esta forma nos podemos saltar muchos elementos cansados de las clásicas película románticas.

Pero lo mejor de todo, es que ésta no es una película “romántica”, no ésta es una película de amor, un amor profundo que al principio es hermoso y lentamente se degrada hasta que es doloroso verlo. También se expone la importancia de nuestras memorias, nuestros recuerdos, a veces puede ser lo único que nos queda de un ser querido, de alguna forma, el recuerdo de un ser amado es una forma de amor, pero duele, ¿cómo no querer deshacerse de ese dolor que vive en nuestros recuerdos? Pero ¿Por qué duele? ¿Por los buenos momentos o los malos? Este es un análisis más profundo sobre las relaciones humanas de lo que normalmente vemos en una película.


La dirección de Michel Gondry es muy fenomenal, utilizando efectos prácticos e ilusiones ópticas en algunas tomas para darle una atmósfera surrealista a la película, como una escena que toma lugar en una playa, parece estar nublado, y hace muchísimo frío, y Joel y Clementine están en su cama, ahí a la orilla del mar.
Eterno Resplandor de una Mente Sin Recuerdos, es una gran película, hace preguntas interesantes, es visualmente atractiva y el final es uno de los más tristes que he visto, pero a la vez es un final feliz, como toda la película te romperá el corazón, y al mismo tiempo te alegrará. Es por eso que es la recomendación para este fin de semana y este día de San Valentín.




Título original: Eternal Sunshine of The Spotless Mind.
Dirección: Michel Gondry.
Guion: Charly Kauffman.
Reparto: Kate Winslet, Jim Carrey, Tom Wilkinson, Mark Ruffalo.

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