Mark, un antiguo ganador olímpico
vive a la sombra de su hermano Dave, pero recibe la oportunidad de su vida cuando
es invitado a entrenar por el excéntrico multimillonario John du Pont en las
granjas Foxcatcher, y ambos pronto desarrollan una relación tóxica.
La película es dirigida por
Bennett Miller, quien ha dirigido películas como Moneyball y Capote, es un
director bastante capaz sin embargo su más reciente esfuerzo se queda algo
corto, no es una mala película, pero tampoco es una particularmente buena.
En los aspectos positivos, las
actuaciones son fenomenales, Mark es interpretado por Channing Tatum en un
papel completamente diferente a lo que ha hecho, Mark es un personaje solitario
y poco carismático y Tatum entrega una gran actuación, a pesar de ser alto y
fuerte se ve tímido, encorva sus hombros, camina despacio, saca un poco la
quijada y su voz es baja y suave. Cuando primero lo conocemos está dando
pláticas sobre éxito a un grupo de niños en una escuela, luego nos enteramos de
que fue el remplazo de su hermano quien no pudo asistir. Mark siempre ha vivido
a la sombra de su hermano Dave (Mark Ruffalo), otro medallista olímpico. Dave no
es mala persona, sin embargo Mark está resentido con él, es emocionalmente
inestable y eso lo vuelve manipulable.
Por último, Steve Carell
interpreta al enigmático John du Pont, Carell mejor conocido por su trabajo en
comedias como The Office, también hace
un papel fuera de su zona de confort, está detrás de varias capas de maquillaje
y a ratos parece casi irreconocible, su voz es baja y casi no habla, prácticamente
todo el tiempo trae la misma expresión en su rostro y casi no demuestra
emociones. La actuación de Carell es buena, el problema es que parece estar mal
dirigido, Miller falla a la hora de demostrarnos la seductividad con la que
atrapó a Mark, una parte vital de la historia, le falta carisma y energía. Esto
es una lástima ya que du Pont es un personaje en suma interesante,
afortunadamente Miller compensa con varios momentos de introspectiva a éste
personaje, como su egocentrismo, la relación con su madre y su relación con los
hermanos Schultz. La película también contiene algunas revelaciones sobre su carácter
que son francamente tristes.
La cinematografía y fotografía también
son bastante buenas, con grandes tomas de la granja Foxcatcher, donde las
construcciones humanas se sienten insignificantes con la naturaleza que se alza
monumental alrededor de las mismas, es imposible no sentirse solo. Miller también
hace un buen trabajo al no caer en los clichés
de las películas de deportes.
Sin embargo, la película se mueve
a un ritmo sumamente lento, lo cual le resta impacto, se siente como si algo le
faltara, quizá es pasión o un ritmo un poco más acelerado. También el ambiente
que la película establece no ayuda a la trama, ya que se siente como si
estuviera predestinada, ya sé que está basada en una historia real y el final
no debería ser gran sorpresa, pero por lo menos debería de haber un aire de tensión,
la película pasa de una escena a otra con pies de plomo, sin molestarse en
crear suficiente interés en los personajes ni en lo que va a suceder.
También, Miller trata de hacer
una especie de comentario a la sociedad americana actual y el sueño americano
en general, pero falla en transmitirlo.
En conclusión, a pesar de
actuaciones fenomenales y temas interesantes, Foxcatcher se queda corta de
lograr lo que se propone. No es una mala película, pero honestamente es
simplemente aburrida.
TRES ESTRELLAS ***
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