Luz de Luna se centra en tres partes de la vida de
Chiron, un afroamericano que vive en uno de los barrios pobres de Miami, su
madre es adicta a la heroína, de su padre no se sabe nada, y no está seguro
sobre su propia sexualidad.
La película de Barry Jenkins es un fuerte drama de
exploración y crecimiento, mientras muchos directores toman atajos y usan
manipulación para generar respuestas emocionales en la audiencia Jenkins hace
todo lo contrario, se encarga de que cada emoción se sienta genuina, y cuando
estamos acomodándonos a la situación de Chiron cambia de época. Aunque esto es
admirable, también es de mis principales problemas con Luz de Luna,
Jenkins mantiene información deliberadamente fuera de la película, y como
menciono, aunque admirable, por momentos es frustrante, debido a la cantidad de
información que se pierde en los cortes.
Son tres personas las que tienen el mayor impacto en la
vida de Chiron, está su madre, brillantemente interpretada por Naomi Harris,
además tenemos a Juan, interpretado por Mahershala Ali quien
sobresale en los breves momentos que tiene en pantalla, aunque es una
figura paterna para Chiron y se preocupa genuinamente por el joven, es el
narcotraficante que le vende las drogas a la mamá de Chiron, creando una
dinámica interesante entre estos tres personajes, Ali le añade una fragilidad
interna a Juan, aunque es un gánster se puede ver en sus ojos una vulnerabilidad, constantemente repasa su lengua por sus labios, es una de
las pocas relaciones positivas en la vida del pequeño Chiron, y una de las más
importantes. Finalmente, está Kevin, el único amigo de Chiron, y quizá el único que entiende quien es realmente.
El azul juega un papel predominante a lo largo de la
película, ya sea en la mochila de Chiron, en los pasillos de su escuela, en la
camisa de un viejo amigo, también es el color que tienen la mayoría de las
cosas a la luz de la luna. Aunado a esto, el fondo siempre casi siempre está
borroso, como para simbolizar que los personajes ignoran sus alrededores, no
tienen una visión más allá del aquí y el ahora. Es gracias a estos pequeños detalles que la dirección de Jenkins destaca, al igual que Cuarón y González Iñárritu, deja que las escenas corran sin cortes rápidos, normalmente coloca a sus personajes de espaldas, en el centro del cuadro.
Luz de Luna es un
drama denso y pesado, una historia triste que se vuelve aún más triste por
lo inevitable que parece, la historia de un hombre empujado a la peor versión
de su vida por el lugar en donde creció, y su entorno social, una persona que no puede aceptarse como es. Pero entre la
tristeza y la melancolía de la vida de Chiron, Jenkins logra capturar pequeños
instantes de belleza poética, como cuando Juan le enseña a nadar, la cámara a penas está por encima del agua, pero nunca se hunde por completo, a duras penas manteniéndose a flote.
En conclusión Luz de Luna es película fuerte y profundamente triste, pero que se queda con el espectador, aunque a veces puede ser
frustrante por la cantidad de información que Jenkins deliberadamente no nos
muestra, pero tiene un par de grandes actuaciones, y por momentos logra escenas
de belleza poética.
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