Después de haber visto los primeros 10 episodios de la más reciente serie original de Netflix, he llegado a la conclusión de que es mi nueva adicción.
La serie está basada en la novela homónima de Jay Asher y se centra en Clay Jensen (Dylan Minnette) quien recibe una caja con varias cintas en las cuales su compañera Hannah Baker (Katherine Langford) explica las razones por las cuales decidió terminar con su propia vida.
A grandes rasgos se trata de una serie de misterio y drama, mientras descubrimos junto con Clay las razones por las cuáles Hannah hizo lo que hizo, uno de los aspectos más destacables es la manera en la que la serie logra capturar la vida de un adolescente en la prepa, no hay enseñanzas moralinas, ni discursos condescendientes, los adolescentes son tratados como personas no como medios para lograr un fin, lo que hace que la serie se sienta genuina.
A pesar de lo delicado del tema, 13 Reasons Why no teme adentrarse en algunos de los rincones más oscuros de la sociedad humana: soledad, depresión, deseo de pertenencia, así como la frágil naturaleza de la verdad son unos de los temas en los que se adentra mientras escuchamos cada una de las cintas. Y aunque las cintas iniciales son un tanto tristes, se vuelven progresivamente más oscuras, culminando en una revelación impactante.
A su vez, cada episodio está estructurado a la perfección, saltamos del pasado al presente y aquí se agradece la confianza que la serie pone en su audiencia pues no hay texto que nos indique estos cambios, solo muy sutiles distinciones en los colores (el pasado siempre es un poco más cálido), muchas secuencias tienen una calidad onírica que hace que te mantengas atento a lo que está sucediendo en pantalla, y por si eso no fuera poco, cada episodio termina en un cliff hanger que vuelve prácticamente imposible ver nada más uno.
En cuanto a las actuaciones, los protagonistas Minnette y Langford son excelentes, sobre todo Langford cuyo carisma natural le queda a la perfección al personaje, y es inevitable no simpatizar con ella. Además no puedo dejar de mencionar a Kate Walsh quien interpreta a la mamá de Hannah, hay mucha honestidad en su rostro, aunque quebrantado mantiene dignidad y entereza, es el vehículo para que muchos de los momentos más emocionales peguen con el impacto que deben.
Finalmente, una de las principales razones por las cuales no deben perderse este nuevo programa es porque en realidad tiene algo que decir, especialmente sobre la alienación sentimental y el aislamiento, así como sobre las relaciones interpersonales cuando se es un adolescente y sobre como muchas veces le tenemos miedo a nuestras propias emociones, y como en muy pocas ocasiones manifestamos como en realidad nos sentimos por miedo a dejar de pertenecer.
Aunque todavía no la termino de ver, hasta el momento 13 Reasons Why es un fascinante estudio sobre un tema que muchas veces nos da miedo hablar, además de contar con personajes complejos, y una historia adictiva, finalmente es también una interesante exploración sobre la naturaleza de la verdad.
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