martes, 23 de junio de 2015

UNA RESPUESTA ESCONDIDA EN EL TIEMPO: ANALIZANDO INTERSTELLAR


Nota: El presente representa un análisis de algunas de las escenas y temas principales de la película, por lo que contiene spoilers, si no la han visto, haganse un favor y véanla, pueden checar mi reseña Aquí, y después pueden volver para checar el análisis.

Antes que nada, Interstellar es una película de ciencia ficción a la antigua, no está anclada en un tiempo específico, sabemos que es el futuro, pero el futuro se parece mucho al pasado, uno de los muchos trucos narrativos que Christopher Nolan utiliza en su película. No hay señales de tecnología muy avanzada, a excepción de un drone, y algunos otros aparatos, no hay tecnologías indicativas del tiempo específico donde la trama toma lugar, los carros se sienten viejos, la camioneta de Cooper está llena de polvo y parece como la camioneta que cualquier granjero utilizaría. Otro ejemplo de esto son los robots Case y Tras, cuya estructura metálica cuadrada parece todo menos moderna.

El eje principal de la trama es la relación entre Cooper y su hija Murph. Murph es una especie de niña prodigio, es inteligente y arriesgada, tiene cierto desprecio por las reglas, Cooper parece ver mucho de él en ella, la estima demasiado y es sin dudas su hija favorita (lo siento Tom). Cooper es un granjero viudo, pero antes era un piloto para la NASA, añora los viejos días, refleja con nostalgia el aparente estancamiento de la humanidad frente a la plaga que les está quitando su comida, es un explorador, un viajero, quiere descubrir cosas nuevas, arrojarse a lo desconocido, sin embargo, no puede, tiene que cuidar a sus hijos, por eso cuando llega la oportunidad de volver a ser piloto inicialmente la rechaza, por más que quiera volar, no soporta la idea de abandonar a sus hijos, pero si no acepta la misión que se le ofrece, es muy probable que no solo sus hijos, sino toda la humanidad muera. Lo que nos lleva a una de las mejores escenas de la película, cuando Cooper se despide de Murph, esta escena funciona debido a la forma en la que ha sido preparada, la relación que se crea entre Cooper y Murph por casi la primera mitad de la película no es sólo creíble sino entrañable, estos dos parecen ser los únicos que se entienden, son personas con aspiraciones mayores cuando el resto del mundo sólo se preocupa por sobrevivir ellos quiere vivir. En escena, puesta al son de “STAY”, una de las mejores canciones de Hans Zimmer, Cooper va al cuarto de Murph para despedirse, ella, por supuesto, no quiere ni siquiera verlo, no soporta la idea de que se vaya, su papá es su héroe y ahorita la abandona, todo empeora cuando se entera que su padre no tiene idea de cuando va a volver o de si va a hacerlo. Cooper intenta despedirse, no puede irse sin hacerlo, pero la tarea resulta inútil, sus ojos se ven cristalinos, la voz se le quiebra, la abraza con todas sus fuerzas, no quiere dejarla, pero tiene que hacerlo, es aquí cuando Murph, en un último intento porque su padre se quede le muestra el mensaje que su “fantasma” le había dejado, en clave Morse por supuesto: “quédate”, era el contenido del mensaje. Por supuesto, Cooper ignora el mensaje, sube a su camioneta, enciende el motor y se marcha. El órgano melancólico de Zimmer, débil por la mayoría de la escena ruge con fuerza cuando Murph se da cuenta de lo que acaba de hacer y sale a despedirse, pero es muy tarde, su papá ya se ha ido. Es aquí donde tenemos un primer plano de Cooper manejando su camioneta, alejándose de su casa, lágrimas recorren su rostro, inicia un conteo, la música se intensifica, vemos una nave espacial, el conteo llega a su fin y la nave despega. Es en estos momentos finales de la escena donde la música mezcla ese tono melancólico, pero con un toque de aventura, una ironía sinfónica de música e imágenes que refuerzan la noción: “Tienes que dejar algo atrás.”
Después de esta estridente y poderosa escena, la película se vuelve silente por unos momentos, el espacio es inmenso, comparado, todo lo demás parece insignificante.



Una vez en el espacio es cuando la película alcanza todo su potencial, Nolan llena la pantalla de imágenes espectaculares, la nave Endurance se ve pequeña e insignificante cuando llega a los anillos de Saturno. Aquí, Nolan aprovecha para hacer una pequeña referencia a aquella escena en 2001, donde la nave llega a una estación espacial al ritmo de El Danubio Azúl, de Strauss, verán, tanto Kubrick como Nolan comparan esos ensamblajes con un Waltz.

Pero lo que hace que Interestelar sea tan disfrutable no sólo son sus espectaculares visuales, sino sus ideas, Nolan es una persona de ideas y obsesiones, es por eso que todas sus películas tienen los mismos temas recurrentes, algunas en mayor medida que otras, por ejemplo, el tiempo. El tiempo siempre está presente, de una forma u otra, en las películas de Nolan, casi siempre utiliza narrativas fragmentadas para mostrarnos su relatividad, pero siempre nos muestra sus consecuencias para mostrarnos su relevancia. Aquí la idea del tiempo está más presente que en cualquiera de sus películas, ya que Cooper quiere regresar con su familia, salvar a la gente que está en la Tierra (el plan A), sin embargo, una vez que cruzan el agujero de gusano, se dan cuenta que hay un hoyo negro muy cerca de los planetas que tienen que visitar, por lo que acercarse a ellos también los costaría tiempo (7 años por hora en el planeta más cercano a el hoyo negro Gargantúa). Todo empeora cuando en el primer planeta, una de las grandes creaciones de Nolan, que debido a las tremendas fuerzas gravitatorias del lugar genera olas gigantes, lo cual ocasiona no solo que uno de los tripulantes muera, sino que la nave se dañe y pierdan más tiempo. Una vez que regresan a la nave principal han pasado más de 30 años, Cooper observa (por medio de los mensajes que le han mandado) como su hijo Tom pasa de ser un niño a un hombre casado, ve a su nieta, aquí la cámara se mantiene fija (por la mayor parte del tiempo) en el rostro de Cooper, quien no puede evitar más que llorar. Luego Murph aparece en pantalla, ya es toda una mujer, tiene su edad, y todavía no lo perdona por haberse ido. “No le temo a morir, le tengo miedo al tiempo”, dice uno de los personajes a la joven Murph, y esa idea permea cada cuadro de la película, el tiempo es esencial, no importa cuan relativo sea, siempre va a tener un impacto sobre nosotros. Nolan también refuerza la noción de la relatividad con el movimiento giratorio de la nave, el cual logra generar gravedad dentro de la misma, el movimiento asemeja al de un reloj, para recordarnos que el tiempo siempre está pasando, no importa como lo percibamos, y también muestra cuan relativo puede ser, ya que aunque la nave esté girando, adentro no parece haber movimiento, uno de los toques más sutiles de Nolan sin lugar a dudas.

Aquí la película vuelve a la tierra para mostrarnos a Murph en su vida adulta, trabaja para el profesor Brand, quien mandó a Cooper en su misión, Brand sigue trabajando, ahora con la ayuda de Murph para resolver el problema de la gravedad y poder mover a toda la humanidad al nuevo planeta. Sin embargo, Brand le ha mentido a Murph, ya que ha llegado a la conclusión de que no puede resolver el problema de la gravedad y les ha mentido a Murph y a muchísima gente más sólo para que no mueran sin esperanza (otro tema tocado en The Dark Knight Rises). Sin embargo, son estos saltos entre lo que sucede en la Tierra con Murph y en el espacio con Cooper donde Interestelar pierde un poco de su impacto, es el único error que comete la película que me sacó un poco de la experiencia, ya que lo que sucede en el espacio es siempre más interesante que los acontecimientos de la Tierra, pero sirven un propósito, el final no tendría el mismo impacto sin esas escenas, y comparado con todo lo que logra la película, es francamente insignificante.

Volviendo al simbolismo que la película maneja uno de los más obvios es el Dr. Mann, ya que Mann no solo es “hombre” en alemán, y si se le quita la última “n” es “hombre” en inglés. El personaje del Dr. Mann, el más brillante de todos como la película constantemente nos recuerda, es bastante interesante, cuando es despertado por la tripulación de la Endurance llora de alegría al ver el rostro de Cooper, lo abraza con firmeza, hace mucho tiempo que no tenía contacto humano. El Dr. Mann es interpretado por Matt Damon, una decisión de casting genial, pues Matt Damon es normalmente asociado con personajes buenos por lo que nuestras sospechas de él, se ven disminuidas cuando vemos que es interpretado por el buen mozo de Damon, sin embargo, una vez que se revelan las verdaderas intenciones del Dr. Mann, quien falsificó la información para ser rescatado, nos damos que en realidad no es tan bueno, sin embargo la película no lo juzga, ya que como le explica a Cooper al abandonarlo a su suerte: “No me juzgues Cooper. Nunca fuiste probado como yo. Pocos lo han sido”. De esta forma el Dr. Mann representa al hombre, quien al ser social por naturaleza DEBE tener contacto con otras personas, y aunque tenía a un robot que le hacía compañía estar en soledad lo obligó a falsificar la información, arriesgar toda la operación y sabotear la misión que había sido su idea. El Dr. Mann puede también ser relacionado con aquella escena donde la Dra. Brand explica que la naturaleza no tiene malicia pues sus actos no tienen connotación moral, y aunque sea imponente y aterradora sus actos no son en sí malos. Por lo que Cooper responde que si van a encontrar “malicia” allá afuera, será humana, y la encuentran en la forma del Dr. Mann, quien termina matando a Romilly, y casi a Cooper. Aquí podemos observar como la película nos muestra la muerte de dos tripulantes, una a causa de la naturaleza (la de Doyle) y otra a causa del hombre (la de Romilly), demostrando una vez más la fuerza de la naturaleza y los actos que puede llegar a cometer el hombre por sobrevivir.

Este último tema nos lleva a otra de las ideas que toca constantemente Interstellar: la supervivencia. Constantemente podemos escuchar el poema de Dylan Thomas: “Do not go gente into that good night. Old age should burn and rave at close of day…” este poema puede ser interpretado como no dejarse simplemente morir, luchar por vivir, es una interpretación poética del instinto de supervivencia, el cual lleva a Cooper a aceptar la misión, pues, como indica el Dr. Mann, su instinto de supervivencia se extiende a sus hijos, por lo que debe salvarlos. Nolan nos demuestra como el instinto de supervivencia es uno de los impulsos más fuertes que siente el hombre, es lo que logra que Cooper se arrastre hasta llegar a su comunicador para avisarle a los demás lo que ha hecho el Dr. Mann, y a pedir ayuda. Es lo que lleva al Dr. Brand y al Dr. Mann a lanzar la misión en primer lugar. El instinto de supervivencia es una de las tres fuertes emociones que componen la narrativa de Interstellar, las otras dos son el amor y el arrepentimiento. Pero antes de ahondar en éstas últimas dos ideas, vale la pena analizar la escena conocida como docking scene, donde Cooper intenta acoplar en transbordador a la Endurance que gira fuera de control.

En esta escena, el Dr. Mann ha intentado sin éxito acoplarse a la Endurance haciendo que esta se despresurice y que termine explotando. La nave empieza a girar fuera de control, Nolan nos muestra un primer plano de la mirada de Cooper, mientras Brand le pregunta: ¿Cooper que estás haciendo? Y el responde: “Voy a ensamblarnos”. Cooper acelera hacia la nave que gira fuera de control, acercándose cada vez más hacia la atmósfera del planeta del Dr. Mann. Esta escena es una de las más efectivas porque Nolan ya nos había mostrado desde el inicio lo difícil que es lograr el acoplamiento, ahora lo tienen que hacer con la nave girando y de arriba hacia abajo, además, hay mucho en juego, Nolan se ha asegurado de que a esta altura estemos emocionalmente enganchados con los personajes, sabemos que si no logran ensamblarse, la misión fracasará. La ejecución de la escena también es fenomenal, con varias tomas dentro de la cabina del transbordador que nos muestran la fuerza centrífuga que están experimentando los personajes que se encuentran dentro de la misma, y otras tomas en la perspectiva de ojo de Dios, que nos demuestran como la nave se acerca cada ve más hacia el planeta del Dr. Mann, lo cual nos da una perspectiva de espacio y tiempo (objetiva), mientras que las de adentro del transbordador nos dan una perspectiva subjetiva. Si a esto le agregamos el fenomenal soundtrack de Hans Zimmer la escena te mantiene al borde de tu asiento, y una vez que se termina un verdadero sentimiento de alivio llega al espectador, y como Nolan sabe que estamos tensos y buscamos darle salida a dicha tensión suelta un chiste de la boca de Cooper, ayudándonos reforzar el alivio.



Como mencionaba con anterioridad, las otras dos emociones fuertes que toca la película son el amor y el arrepentimiento. Afortunadamente Nolan trata el tema del amor de la forma menos cursi posible, dándole seriedad y un tratamiento casi científico. La película propone que hay fuerzas más grandes que el hombre, como la gravedad, y asemeja al amor con dicha fuerza que atrae a los cuerpos y los une a pesar de haber no solo miles de kilómetros de distancia sino siglos y años, como la Dra. Brando propone: “El amor es la única cosa que somos capaces de percibir que trasciende el tiempo y el espacio.” Nolan refuerza esta teoría a lo largo de la película, pero sobre todo en su última media hora, donde esa unión logra que Cooper “reaparezca” cerca de Murph, una vez que los humanos más evolucionados cierran el tesseract. También es la razón por la cual Murph se siente constreñida a volver a su vieja casa, y a agarrar el reloj que su padre le había dado, el cual contiene la fórmula para salvar a la humanidad, es una respuesta escondida en el tiempo.

Pero también tenemos otra fuerza mayor en forma del arrepentimiento, parece ser que es el arrepentimiento lo que lleva a Cooper a terminar en el cuarto de su hija una vez que cae por el hoyo negro, ya que ahí fue donde la vio por última vez, parece ser que es el arrepentimiento lo que lo une a ese lugar que se expande de manera infinita a través de los años, mientras Cooper se ve obligado a revivir uno de los días más horribles de su vida. Pero su arrepentimiento deriva del amor que siente por su hija, y logra encontrar una solución, la razón por la cual fue enviado a la misión, pues los seres de pentadimensionales a quienes se refieren simplemente como “ellos”, no lo habían elegido a él, sino a Murph y al fuerte amor que los unía.

“Ellos” también resultan ser personajes interesantes, que aunque nunca los vemos en pantalla, Cooper deduce que son tan evolucionados que no están físicamente ligados a nada, no están atados a nada, estos seres tan evolucionados no pueden salvarse a sí mismos por no estar atados a nada, de esta forma Nolan parece tener fascinación en la fragilidad humana, en nuestras flaquezas y debilidades, son estos atributos de seres menos evolucionados los que logran salvarnos, y los que logran que la humanidad sobreviva para después evolucionar, una gran paradoja.

Por último, analizaré brevemente al personaje de Cooper y su desarrollo a lo largo del filme. Cooper al principio no quiere dejar a sus hijos, pero termina aceptando la misión para salvarlos, lo que es el Plan “A”, por lo que Cooper toda la película está buscando la forma de llegar a ellos, de salvar el mayor tiempo posible para poder salvarlos, sin embargo, en el tercer acto, cuando se dirigen hacia el hoyo negro, Cooper se da cuenta de que no puede salvar a sus hijos, ha perdido mucho tiempo ya, y el tiempo deja de importarle, está dispuesto a sacrificar su propia vida para salvar a la humanidad y lo hace, lanzándose al agujero negro. Pero es aquí donde sucede el gran twist de la película y Cooper termina atrapado en la línea del tiempo del cuarto de  su hija, y es aquí donde nos enteramos que Cooper fue quien se mandó en realidad hacia la misión, y logra pasarle la fórmula a Murph para que pueda salvar a la humanidad. De esta forma Nolan parece plantear que primero tienes que dejarte ir, reconocer que no tienes el control del tiempo, que hay fuerzas más grandes que nosotros que no son controlables, debes dejar algo atrás: “La tercera regla de Newton, debes dejar algo atrás.” Cooper, para salvar a sus hijos, debió dejarlos atrás, y para que la humanidad se salvara lo tuvo que dejar atrás.


Espero les haya gustado este breve análisis de los temas que más me llamaron la atención de Interstellar, la cual ya es una de mis películas favoritas, tanto en su ejecución, su ambición y sus ideas, considero que a la fecha es la obra maestra de uno de los directores más talentosos trabajando en Hollywood hoy en día, quien logra hacer películas personales de gran presupuesto, con genuinas técnicas de dirección, con verdadero propósito al componer sus escenas, con ideas interesantes y a veces arriesgadas, quien no trabaja con una segunda unidad, y es sin lugar a dudas, uno de los directores más talentosos de su generación. Interstellar es una obra maestra y un clásico moderno de la ciencia ficción.

¿Ustedes que opinan? ¿Cuál es su interpretación de Interstellar?


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domingo, 14 de junio de 2015

JURASSIC WORLD -RESEÑA-


El parque está abierto en la más reciente entrega de la saga jurásica, donde seguimos a Claire (Bryce Dallas Howard) una de las ejecutivas del parque jurásico, sus sobrinos Zach y Gray, y Owen (Chris Pratt) quien es el encargado del cuidado de los velociraptors. Zach y Gray van de visita al parque donde su tía Claire les ha conseguido pases VIP, Zach es un fanático de los dinosaurios, conoce sus nombres y características, podemos ver el asombro en su rostro al ver las distintas especies de dinosaurios, sin embargo su hermano Zach no la está pasando tan bien, ni siquiera ver dinosaurios de carne y hueso logra entretenerlo, está más interesado en las chicas que en el parque, es un típico adolescente. Por su parte, en el parque han estado ideando un nuevo dinosaurio genéticamente modificado con la intención de atraer más turistas, sobra decir que las cosas no salen de acuerdo al plan y no tarda mucho en que el nuevo dinosaurio, la hembra denominada Indominus Rex se escapa y empieza a crear caos en el parque.

Uno de los mejores atributos de esta entrega es sin lugar a dudas el parque mismo, ya que nunca lo habíamos visto abierto y está muy bien logrado, es una especie de mezcla entre Disneyland con un zoológico, solo que en lugar de animales con dinosaurios, de verdad dan ganas de que semejante lugar existiera para poder visitarlo.

El guión también está muy bien realizado, plantea varias ideas interesantes sobre la naturaleza del hombre y los animales y la forma en la que nos relacionamos, es una película Darwinista como pocas, también es bastante consciente de lo que se ha hecho en entregas pasadas, muchas veces la audiencia se ve representada en varios personajes, ya no basta con ver dinosaurios como en la original entrega, la audiencia ahora demanda más de todo, más dientes, un depredador más agresivos, más cool. La audiencia también se puede ver reflejada en el personaje de Jeff Johnson, Lowery, quien además de ser el comic relief representa los fans de la franquicia. Y el sobrino más pequeño de Claire, Gray puede representar a quienes son nuevos a la franquicia de Jurassic Park.

La dirección de Colin Trevorrow es bastante acertada, en especial en los primeros dos actos, donde logra exponer en pantalla de manera exitosa las ideas del guión, en el cual comparte créditos con Rick Jaffa, Amanda Silvery Derek Connolly. Trevorrow logra lo más difícil que es devolverle a la franquicia ese aire de descubrimiento y emoción genuina que eran parte vital de la original. Es similar a la primera en espíritu, como una escena que recuerda a aquella con el tricératops, Trevorrow parece entender lo que hizo a la original tan efectiva, tiene aprecio y empatía por los dinosaurios, no son simples máquinas de matar, y también logra generar escenas de miedo y verdadero suspenso, lo cual es remarcable.

Desafortunadamente, una vez que el caos inicia, Trevorrow falla en trasladar muchas de las ideas principales del guión a la acción, dejando el sentimiento de una ligera insatisfacción, se ponen en marcha varias subtramas que nunca son resueltas, dejadas sin duda para la secuela, el final se siente algo apresurado, lo cual es una lástima, en especial por el tiempo que se toma Trevorrow en preparar la trama, de haber logrado exitosamente plasmar las ideas de los primeros actos en la acción esta sería una película verdaderamente especial.

Por su parte las actuaciones están muy bien logradas, tanto Dallas Howard como Pratt hacen un muy buen trabajo en sus respectivos papeles y hay buena química entre ambos, también es de agradecerse que Pratt no entregue una versión de Star Lord con dinosaurios, sino que su Owen es un personaje bastante diferente al héroe de Marvel que interpretó el año pasado. Vincent D’Onofrio (brillante en la serie de Netflix, Daredevil) hace un buen trabajo como Hoskins, quien ve aplicaciones militares para los velociraptors. También hay una especie de broma donde las acciones heroicas de Claire son menos celebradas que las de Owen, al principio creí que la película se estaba burlando de esa práctica común en las películas veraniegas, sin embargo al final ya no estaba tan seguro.

En conclusión, Jurassic World es aquella rara secuela que logra recapturar mucho de la magia de la original, con un guión sorprendentemente inteligente y buenas actuaciones por parte de sus protagonistas, aunque no logra explotar todo su potencial, y su desenlace se siente algo apresurado.


Dirección: Colin Trevorrow.
Guión: Rick Jaffa, Amanda Silver, Colin Trevorrow, Derek Connolly.
Reparto: Bryce Dallas Howard, Chris Pratt, Vincent D'Onofrio.
Año: 2015.

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jueves, 4 de junio de 2015

LITTLE BOY -RESEÑA-




Antes que cualquier otra cosa quiero dejar algo muy en claro, sólo porque una película te haya hecho llorar no la vuelve una buena película, el producir lágrimas no es tan difícil, el producir un verdadero sentimiento de tristeza en alguien, emociones genuinas, esa es la parte complicada. Bueno, una vez establecido lo anterior, comencemos.

Little Boy narra la historia de un pequeño en el pueblo ficticio de O´Hare en los Estados Unidos en plena Segund Guerra Mundial, O’Hare es el típico pueble del sur de Estados Unidos, “Como en las postales” nos advierte el narrador, parece estar en un perpetuo atardecer, da al mar y un faro de luz se divisa a la distancia. Pepper es un niño muy pequeño para su edad por lo que los demás niños lo molestan, su único amigo como nos explica, es su padre, hacen todo juntos, Pepper imagina sus juegos como grandes hazañas de las que se ven en las películas, es fan de unos cómics y películas que involucran a un mago llamado Ben Eagle, una especie de mezcla del Llanero Solitario con el Avispón Verde, su hermano mayor se la pasa ejercitándose para alistarse en el ejército e ir a matar unos cuantos Japs (como los personajes se referirán a los japoneses por el resto de la película). La trama realmente inicia cuando London (el hermano mayor de Pepper) es clasificado 4F, por lo cual no puede ir a la guerra, yendo su papá en su lugar.

Pepper está desconsolado, hasta que un día va a un programa en vivo de Ben Eagle quien lo invita a ser parte de uno de sus trucos donde tiene que mover una botella sólo deseándolo, al ver que esto funciona Pepper cree que en realidad si desea todo con su corazón y extiende sus manos hacia el objeto deseado lo obtendrá. Por supuesto, el tema principal de la película, dirigida por Alejandro Monteverde (Bella, 2006), es el de la fe. Al principio la película hace un buen trabajo ya que para que su padre vuelva, el Padre Oliver (Tom Wilkinson) le da una lista de buenas acciones para Pepper, si las hace, su padre volverá de la Guerra (si es la voluntad de Dios), uno de los puntos de la lista consiste en volverse amigo del Japonés del pueblo a quien todos odian, el Sr. Hashimoto. A Pepper no le agrada para nada la idea, pero lo hace, porque significa volver a ver a su padre. Aquí es donde la película se muestra más sólida y más disfrutable, Monteverde no fuerza el desarrollo de la amistad entre ambos, sino que le da el tiempo para que el lazo que se forma entre ambos se sienta natural y honesto, lo cual es bueno porque su relación es prácticamente el corazón de la película.

La introducción de Hashimoto también ayuda a mantener un poco equilibrada la balanza, ya que nos muestra (aunque a cuentagotas) el lado del “enemigo” en la Guerra, y también ayuda a mantener el tema de la fe equilibrado, ya que Hashimoto no comparte las creencias del padre Oliver, cree en la fe en uno mismo y ve el peligro que puede haber en darle a alguien falsas esperanzas. También, el tono al inicio de la película es agradable ya que recuerda a películas como Big Fish de Tim Burton donde lo fantástico convive con lo real. Sin embargo, la película pierde abismalmente su rumbo al final del segundo acto y sobretodo en su conclusión, ya que Monteverde y compañía toman una serie de decisiones extrañas que rompen con el tono de la película, en especial el incidente de la montaña, el cual pudo ser explotado de formas más interesantes. Voy a elaborar sobre mis problemas con el segundo acto, ya que la película paree haber establecido un tono fijo y luego lo cambia, abre demasiadas narrativas las cuales no todas son concluidas de manera satisfactoria ni aportan nada a la trama ni a los personajes, (el personaje de Kevin James puede ser cortado en su totalidad y la trama no lo resentiría).

También las actuaciones son impares, Tom Wilkinson hace un buen trabajo como el Padre Oliver, mientras que Cary-Hiroyuki Tagawa hace un buen trabajo como el Sr. Hashimoto. Por su parte, el debutante Jakob Salvati hace un buen trabajo como el titular Little Boy, aunque en algunos momentos su actuación es débil y poco sincera. Sin embargo, es David Henrie como London Busbee quien hace un trabajo deplorable como el hermano de Pepper, solo tiene una expresión facial, se siente acartonado y no demuestra mucho rango, además arruina (con ayuda de una mala elección de la utilería, digo, no soy ningún experto en armas, pero estoy bastante seguro que ese tipo de escopetas no existían en aquella época) una escena crucial que debería generar tensión, pero no lo logra. Emily Watson, por su parte, hace un trabajo sólido como la mamá de los Busbee, pero su papel tristemente se ve reducido a llorar en un rincón, mientras la música dramática toca en el fondo.

La edición también deja mucho que desear ya que las transiciones de una escena a otra en muchos casos no tienen sentido, generando un poco de confusión, personajes saltan de un lugar a otro o de situaciones prácticamente similares sin coherencia alguna. Por momentos pareciera que Monteverde y su editor tenían mucho material que no querían dejar fuera y lo metieron con calzador, a veces menos es más.

Little Boy es una película que padece de personalidad múltiple, por momentos se siente como dos películas completamente diferentes. Por extraño que parezca, Monteverde y compañía no logran unir de manera satisfactoria la historia de Pepper con el Sr. Hashimoto, con la historia de Pepper deseando que su padre regrese. Y rumbo al final hay una especie de revelación la cual de inicio es francamente ofensiva, no voy a revelar que es ya que es parte crucial del final, pero se tilda de positivo algo que fue evidentemente negativo, claro, después la película intenta retractarse, pero para ese instante ya me había perdido. Y en el último acto la película, cual película de Marvel, teme tener consecuencias verdaderas, lo cual le resta impacto a su desenlace y al mismo mensaje que pretende compartir. También hay muchas subtramas que llevan a ningún lado, y algunas que ni siquiera son exploradas, como el evidente alcoholismo del hermano de Pepper, o toda la trama que involucra al personaje de Kevin James, lo cual hace que la película pierda su enfoque y el ritmo decline.

Además la película se aprovecha demasiado del carisma de Pepper, hay escenas en las que la producción espera que se sostengan enteramente con el factor de que el niño es tierno, generalmente lo toman desde ángulos altos para que se vea más pequeño, lo cual se siente como un truco barato, como un atajo, en lugar de formar emociones verdaderas, es una lástima.

Hay escenas bien construidas, la dirección de Monteverde es sólida, las escenas de Ben Eagle están muy bien ejecutadas, tienen verdadero encanto, así como algunas de las que involucran a Hashimoto y Pepper, por lo que en realidad deseara que Monteverde no tuviera tanto que decir o que supiera como expresarlo, ejecutándolo de una manera efectiva, en el cine no siempre es necesario decir lo que tienes que decir.

En conclusión, aunque bien intencionada Litle Boy se mete el pie a sí misma a partir de su segundo acto, donde pierde el enfoque de lo que quiere decir y terminando con un mensaje francamente no tan bueno como la película pretende que es, con una revelación que en su momento es francamente ofensiva y un desenlace que toma el camino fácil. Sin embargo la dirección de Monteverde es suficientemente sólida, hay destellos de un director capaz y un buen contador de historias como para mantener la esperanza de que algún día no tome la ruta fácil y entregue una película de gran calidad, desafortunadamente, no es esta.

Título original: Little Boy.
Dirección: Alejandro Monteverde.
Guión: Alejandro Monteverde, Pepe Portillo.
Elenco: Emily Watson, Tom Wilkinson, Jakob Salvati, Cary-Hiroyuki Tagawa.
Año: 2015.



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